La "doñaperfecta" es posiblemente el espécimen más complicado de todos los que hemos visto hasta ahora. Se basa en una tremenda egolatría con ansias de grandeza, mezclada con una incapacidad para asumir sus limitaciones. Su pasatiempo favorito es sonsacar información a los miembros del equipo, y luego ponerlos a parir a sus espaldas. Al final, terminó relegada al turno de noche, pues nadie de todos los edificios soportaba trabajar con ella.
La "esponja humana" tiene por mayor virtud el ser capaz de ingerir tremendas cantidades de alcohol, estando de servicio en un centro oficial... Ya ha pasado por varias perforaciones intestinales, pues tanto alcohol le ha provocado una úlcera sangrante tras otra... Afirma que la vida no tiene sentido desde que se murió su pareja, lo cual es bastante comprensible... pero si quieres suicidarte, hazlo de una vez por todas, en tu casita, tranquilamente...
El "sádico", no tiene otro nombre, es el personaje que se crece dentro de su ínfimo carguito, y lo único que le importa es marcar la diferencia con respecto a los demás compañeros, y hacer ostentación de su hermosa chapa, de su hermosa canana, y de su hermoso revolver del 38 especial... Además de sembrar el terror, bien presencialmente, bien por teléfono o por la emisora, y despreciar a todo el que sea capaz de sumar 2 y 2... Y por supuesto asignar las rotaciones por los puestos en función de sus preferencias... Gracias a él, salieron 8 compañeros del centro en los 6 meses que estuve allí....
El "estudiante", siempre anda faroleando sobre la complejidad de la física cuántica, las oposiciones para ingeniero superior del cuerpo de soplamocos del estado, y se considera superior a los demás por ese supuesto conocimiento... Y digo supuesto porque luego le preguntas dos o tres cosas básicas, extraídas de los temarios en la red, y es incapaz de responder... Claro, si de repente puedes acceder a su famoso libro de texto, esmeradamente encuadernado, ves que se trata de "El señor de los anillos" en versión de tapa dura...
El "chunda-chunda" es uno de los más deleznables, lo único que le interesa es la fiesta fiesta de un extremo a otro del verano... Tiene el cuajo de llegar por sistema tarde los fines de semana, que abarcan de jueves a martes, y le importa una mierda el dar el relevo a los compañeros, llegando incluso a presentarse en el periódico completamente mamado... a primera hora de la mañana... Al final, tuvo su merecido, y salió del centro con deshonor...
La "mofeta-chunda" es la versión cordial del anterior, con el agravante de que no era alérgico solo al suavizante, sino al propio jabón, a la colonia, y creo que al agua.. Por ello, compartir con este personaje el espacio vital en una cabina de control poco más grande que un retrete público era especialmente complicado... y los demás compañeros preferíamos estar en la calle, al fresco del invierno...
La "ambición rubia" se parece mucho al número 1, la "camionera", con dos notables excepciones: que realmente es muy inteligente, y que es realmente guapa, lo sabe y se aprovecha de ello... En un mundo dominado por los hombres, una mujer como ella, que es capaz de retocar en casa su uniforme para que le ajuste de una manera espectacular, que tiene muy claros sus objetivos, se aprovecha de su aspecto, de un guiño, de un atisbo fugaz, para conseguir los cambios de turno necesarios, las vacaciones... Entiendeme, es algo digno de verse... ¡Pero qué bobos somos los hombres!
El "temporal", normalmente viene a un edificio para cubrir unas vacaciones, y entrar en rotación... sin embargo, en ningún momento se molesta en integrarse en el funcionamiento del centro, ni en aprender las rutinas, y todo lo justifica con su presunta temporalidad... aunque al final lleve dos años trabajando allí... Muchas de sus frases comienzan por "ejque como yo no sabía"...
La "mosquita muerta" se parece mucho a la "ambición rubia", salvo que donde una usaba la exhibición cuidadosa y controlada de sus atributos, la otra es mucho más dulce, más sutil, más sibilina.. Se ampara en su aspecto, en la innegable ternura que inspira en los hombres, para disimular una personalidad básicamente manipuladora... aunque sus trucos no funcionan, afortunadamente, con las mujeres... y por eso les hacía la vida imposible... Cabe destacar que cada vez que terminaba el turno, de repente el acceso posterior del ministerio se llenaba de varones que no tenían nada mejor que hacer, que verla salir con sus vaqueros ajustados, sus blusas escotadas, sus vestidos fresquitos...
El "chungo" abunda sobre todo en algunos destinos potencialmente peligrosos, como centros comerciales o transportes públicos, es el típico personaje cuyo principal valor consiste en sus grandes músculos y en su cara de bestia... lo que no implica necesariamente que sea estúpido... Es feliz en ambientes complicados, con órdenes simples, y libertad de movimientos... Pero al mismo tiempo, es capaz de hacer algunas burradas, como sacarse con unos alicates una muela, en medio de la garita...
El "sobrao" es posiblemente el tipo más repugnante de compañero que te puede tocar en un servicio... Pagado de sí mismo, con aires de grandeza, se cree el centro del universo, el amo de la creación... No respeta ninguna jerarquía ni orden establecida, y se encarga de manipular y retorcer la verdad a su capricho. Su mayor afán es no solamente quedar por encima de los compañeros, sino hundirlos... y siempre presume de su dilatada experiencia en la empresa y de su elevado nivel cultural... Afortunadamente, también tienen su San Martín.
El "sobón" es un personajillo que necesita reforzar su escasa autoestima y sentimiento de pertenencia al grupo mediante el roce continuado con otras personas, vayan o no de uniforme. No distingue entre géneros, y tantos toques acaban cansando a cualquiera. Se ofende mucho si le pides que se mantenga lejos.
El "aprovechao" se especializa en beneficiarse siempre de cualquier mejora que pueda surgir en el centro, especialmente de los cambios de turno, de cuadrante, de fechas de vacaciones... En un centro con muchos compañeros, es capaz de manipular los cuadrantes a dos meses vista, con tal de tener algunos días más de libranza.
Por supuesto, son meros ejemplos, estereotipos de los compañeros que he ido conociendo durante estos últimos años, y que como mucho se pueden aplicar al 15 por ciento de ellos, mientras que el 85 por ciento restante son personas completamente normales, con sus manías, sus defectos, sus virtudes y sus neuras. Sin embargo, estoy seguro de que una clasificación similar se puede efectuar en casi cualquier profesión: médicos, abogados, periodistas, comerciales, militares, operarios municipales, funcionarios, estudiantes... Si te apetece hacerlo, ya tienes el modelo...
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