lunes, 27 de diciembre de 2010

ENTRE EL CONTROL Y EL AMOR... **

Lucha de poder...
Casi siempre, me alegro de ser géminis, y un poco cabra loca... porque de esa manera, puedo experimentar tantos cambios en mis estados de ánimo, que difícilmente me llego a aburrir... Siempre estoy mirando más allá del momento, del horizonte vital, temporal y emocional, buscando algo más allá del arco iris (queda mucho más bonito en inglés, "somewhere over the rainbow...", y es una gran canción)... Los mundos de tinta no dejan de ser una manera de experimentar con la realidad, con las barreras, límites y frustraciones... y también, de la necesidad de tener el control, al menos, de uno de los aspectos de mi existencia... Mi mujer dice que yo escribo incluso en sueños, y no me extrañaría nada que así fuera, puesto que si me viene una idea en mitad de la noche, tengo que levantarme y escribirla, para que no se escape...

"Tener el control", así, con negrita, no deja de ser una de mis mayores aspiraciones... Siempre y cuando pueda tenerlo en aquellos aspectos de mi vida que considero importantes... Por ejemplo, en el trabajo... No soy bueno como jefe, pero se me da bien acatar órdenes cuando tienen algún aspecto de sentido común, y tratar de encontrar maneras de hacer las cosas más fáciles para todo el mundo...

Me gusta conducir, sobre todo, en carretera... Es lo más cerca que se puede estar de la libertad: centenares de kilómetros por delante, un GPS que te indique el camino, el depósito lleno (o, en su defecto, la tarjeta de crédito con saldo suficiente)... Me relaja, un  largo viaje por carretera, hacia el límite de la noche... Solo o acompañado, me da igual... todo dependerá de la compañía...

Me da miedo nadar, aunque mi  madre se empeñó desde críos en que mi hermana y yo aprendiéramos a defendernos en el líquido elemento... y las clases de natación en el colegio tampoco ayudaron demasiado: más que profesores, teníamos a sádicos cuya mayor aspiración parecía ser el que hiciéramos largo tras largo en la piscina olímpica...

(Es curioso, cuando éramos niños, nos cambiábamos todos juntos, chicos y chicas, en el mismo vestuario, sin darle la menor importancia a la convivencia de nuestros cuerpos en un espacio bastante sepulcral... Luego, a los 11 años, o quizás fuera a los 10, nos llevaron a dos vestuarios colindantes, y a partir de ese momento, se despertó nuestro interés por el otro sexo... Me pregunto si seguirá allí el agujero que hicimos laboriosamente con un berbiquí, y que tapábamos con papel de rollo mojado...)

Quizás no me gusta el agua porque soy miope, o porque implica perder completamente el control de tu cuerpo... por las malas experiencias que he tenido hasta el momento... o por haber visto demasiadas pelis en las que salían cosas raras de las profundidades... Lo más curioso es que me encanta bucear: con las lentillas puestas, y unas gafas, me lo paso bien... al mismo tiempo que controlo cualquier criatura que pueda acechar... en el fondo de la piscina... Ojo, no soporto ir a una piscina cubierta, y que me obliguen a nadar en manada... para eso, me voy al metro...

Odio el metro... y no es solamente por el olor a sobaco revenío de proletario, que después de hacer una guardia de 15 horas, yo tampoco debo oler mucho mejor, aunque uso colonia... No, es por todos los aspectos en los que tienes que renunciar a tu intimidad: te metes en un vagón lleno de gente, para un largo trayecto... y no hay sitio para ir ni sentado ni de pié... Por eso, aplico máxima fuerza a los deflectores de la famosa burbuja personal, y me parapeto detrás del libro, la música...

No soporto alzar la voz, ni las discusiones, quizás por un tema de genética, o de crianza... En el trabajo, muy pocas veces me han escuchado alzar la voz... Prefiero bajarla, y ametrallar con la mirada... Y creo fervientemente que el que grita pierde la razón, en la forma y en el fondo... Cuando era profesor de instituto... bueno, aquellos eran otros tiempos, y prefiero mantenerlos en el olvido... puesto que de todas formas, no me aportaron gran cosa...

Solo recuerdo dos veces en las que he perdido el control por culpa de unas cuantas copas, no recuerdo si fueron muchas o pocas, pero en ambas ocasiones estaba acompañando por varios amigos, por lo que nuestro estado fue colectivamente lamentable, con una monumental resaca el día después... y la duda, relativa, sobre lo que sucedió en aquellas horas... Cuando la cerradura de la puerta de mi casa se resistía a quedarse quieta... Son pecadillos que se cometen de joven... pero no de adulto... No comprendo a las personas que solamente beben para "desconectar" o para "olvidar"... porque la vida real siempre te estará esperando...

¡Por fin le han cazado!
Y en cuanto a las drogas... un par de porros compartidos con un amigo, hace 1200 años... Y otro par durante el servicio militar... Sí, soy uno de esos diplodocus que tuvieron que hacer la mili... y sigo pensando que algo aprendí en cuando a disciplina, obedecer órdenes, y mantener el control... Es curioso, solo me sentí orgulloso del uniforme una vez: cuando, con la gente de mi compañía de Boinas Verdes, estuvimos protegiendo el palco real el día de las fuerzas armadas, en el Paseo de la Castellana... Pero esa es otra historia...

Soy un obsesivo del control, me temo... De mi cuerpo, de mi entorno laboral, del "desorden ordenado" que impera en mi despacho... No uso jamás una agenda, prefiero colocar papelitos en el libro de cabecera, o como mucho, utilizar el móvil... Escojo mi ropa la víspera, y prefiero el negro a cualquier otro color (aunque tengo una camiseta verde-lima-eléctrico de la rana Gustavo/Kermit/Renée...), aunque no me molestan los colores oscuros... He clasificado los libros por autores y por géneros en las bibliotecas de mi casa... pero con las películas tengo un pequeño caos... 

¿Y toda esta confesión sobre el control, a qué viene? Pues quizás, para hablar también del otro gran tema de mi vida, el amor... Es bueno ser géminis... puesto que hay pocas cosas más antagónicas con el control, que el voluble y antojadizo Cupido... Y, sin embargo... me sigo enamorando, incluso del aire... Mientras que mi parte más racional sigue con los pies muy en la tierra, con mujer, casa, gato, familia, trabajo y otras zalamerías... mi parte más romántica, más soñadora, sigue atrincherándose en mi corazón y en casi toda mi mente... Y voy recordando antiguos amores perdidos, adolescentes o mujeres que me hicieron sentir mejor, y lentamente, a cada una de ellas consagro una entrada en el blog...

Y me enamoro de la sombra de una sonrisa, de unos ojos negros, y una melena azabache... y pienso en ella con mucha frecuencia... Es mi esquiva Musa... Aquél amor imposible, soñado pero no vivido, que me ayuda a seguir adelante, cuando todo lo demás me falla... Y que si fuera real, si existiera... sería la mujer de mi vida...

¿Existe el amor controlado? Yo creo que no... y, sin embargo, intento conciliar, en los mundos de tinta, ambas facetas... y el resultado, son varias centenas de historias, de versos, de sueños, de criaturas angelicales o tremendamente carnales, de amores ideados, pero vividos... y de sueños, olvidados...

DE REPENTE, EL ÚLTIMO LUNES **

Así... llega sin avisar... como todas las cosas buenas... Pero hasta que no me lo ha dicho el camarero, Antonio, no me he dado cuenta... Estoy viviendo el último lunes de 2010... Y no puedo evitar hacer el dichoso balance... Es cierto, desde hace algunos meses, no le tengo tanta manía pero, aunque fuera solamente por coherencia personal y existencial, son escasos los buenos recuerdos que tengo asociados a este día...

De todo el año, solamente me han gustado los lunes que he estado de vacaciones, bien lejos el trabajo, los jaleos cotidianos, del coche, incluso de la familia o de mí mismo... Serán cosas de la edad, pero me estoy convirtiendo en feroz defensor de mi espacio personal, y de mi independencia... Por eso, cuando suenan los dos despertadores (uno de ellos lo pongo fuera del alcance del brazo, para obligarme a salir de la cama), comprendo que hay que regresar al mundo de los vivos, con todas sus consecuencias, entre otras, la existencia de los lunes...

No sé, no sé... el pronóstico para este lunes es de soledad matutina, acompañada de breves ráfagas de limpieza, cuando cada una de las señoras de la limpieza se empeñe en limpiarme la mesa (en cuanto vean que la moqueta está sembrada de confeti blanco por las encuadernaciones, me van a desalojar, aspiradora en mano)... Ya me duele el cuello, de tanto responder a los saludos cordiales, los "feliz navidad", y tengo complejo de muñeco de cartón piedra, de esos que se ponían en la parte trasera de los coches... y que durante un tiempo fueron tan de obligado cumplimiento como el Elvis bailón en la parte delantera...

Lunes... ¿Qué tendrán los lunes, que le gustan a tan poca gente? Solo conozco dos personas enamoradas de ese día: una de ellas es otro camarero del Antalia; y la segunda, mi amiga Sagra... Quizás se trate de romper la rutina, no sé, porque si lo piensas fríamente, hay muy pocas personas a quienes le guste el domingo, y sin embargo, no se atreven a decirlo... ¿Te imaginas un grupo de personas, concentradas en la Puerta del Sol o en la Plaza Mayor, con grandes pancartas donde se lea "Odiamos los domingos"... Seguro que más de la mitad serían curas...

De cualquier manera, después del trabajo, me espera otra vida, que es la que cuenta... Volver a casa, saludar a mi gato (nuestro gato), a la familia, comer algo, mini siesta... y por fin, desprenderme de la sonrisa loctite, y poder mostrarme tal y como me siento... Después, algunas compras, volver a casa, y seguir con la novela... Interesantes planes para el último lunes del año, ¿verdad?

Pues nada... feliz último lunes de 2010...

domingo, 26 de diciembre de 2010

EL "INTRUSO" **

Despertando del sueño, no estás a mi lado, la cama, vacía, me trae recuerdos, de otros amaneceres, entre tus brazos... Aquellos tiempos de soltería, fines de semana de cama para tres, compartiendo el espacio con un intruso: nuestro gato... En invierno, no importaba demasiado, cuando él se deslizaba debajo del edredón, para enroscarse sobre la almohada, reclamando "su" espacio... Pero en verano... en verano, incluso dos son multitud en una cama de 90...

Y, sin embargo, para él... Yo era, y sigo siendo, el intruso... Tal vez, eso precisamente lo dice, con su mirada fija, esos ojos dorados, su aguerrida postura, cuando protege tu mitad de la cama, incluso durante la siesta, cuando tú no estás... Ahora, desde que vivimos los tres bajo el mismo techo, parece que se ha ido acostumbrando a compartir el espacio, priorizando... Durante la siesta, viene conmigo, y busca sitio a mi lado, se pone cómodo, amasa mi brazo, estira las patas, bosteza tres veces, y se queda dormido... Minutos después, empieza  roncar... como una fiera en politono...

Si estamos los dos en casa, ya le entra la duda, comienza a dormir en tu almohada, luego regresa a mi brazo, se cambia de sitio y duerme a tus pies... luego bufa a la mecedora... y regresa conmigo... Cuando tus padres también están durmiendo en su cuarto, hace la ronda de cama en cama, o termina durmiendo en la silla del despacho...

Es la famosa "prueba del gato": quien no la supere, no se queda en la casa...

Sin embargo... algunas veces, cuando os veo dormir a los dos, casi como madre e hijo, o cuando se pone a maullar en cuanto abres la puerta del portal, o se queda mirando fijamente el reloj a partir de las diez y media de la noche... siento envidia... por seguir siendo "el intruso" o "el anexo" en vuestra relación...


sábado, 18 de diciembre de 2010

RATÓN DE BIBLIOTECA...

"Ratón de biblioteca"... unos lo tomarán como un insulto... otros, como un cumplido... Y yo pertenezco a la segunda categoría... Siempre, desde que tengo uso de razón (lo que según mi mujer, se remonta a varios meses...), me ha gustado leer... es más, se trata de una pasión, de una necesidad, casi tan grande como la escritura...

Soy un lector ecléctico, leo casi de todo, incluso las etiquetas en los botes de champú cuando no hay nada más interesante a mano, y hay pocos géneros a los que no me haya acercado, como poco, una vez... incluso la literatura erótica, la demonología o las historias de fantasmas...

Cuando un autor me gusta, como Michael Chrichton, Clive Cussler (novela de aventuras por excelencia), Jonathan Katzembach, Ken Follet, Tom Clancy, Stephen King, y unos cuantos más, lo sigo hasta las últimas consecuencias, y procuro estar al tanto de sus últimas novedades... Del mismo modo, cuando un escritor o escritora me decepciona... Sintiéndolo mucho, dejo que sus obras sigan el ciclo de la vida, y encuentren otro dueño menos exigente... ya sea como donativo a una ONG, a una EOI, una asociación cultural...

No soy lector de biblioteca, puesto que si encuentro un libro que me apasiona, después de leerlo, me lo termino comprando... aunque luego tenga que camuflarlo entre los que ya he leído, para evitar represalias... Soy de los que guardan un segundo libro en la mochila par ir en metro, si el que estoy leyendo en aquél momento se me puede terminar durante el trayecto, y me gusta cuidar los libros, forrarlos, y mil y una manías, de lector viejo...

Me gustan las sorpresas... Disfruto mucho, cuando un libro es capaz de galvanizar mi atención, de llevarme de un tirón a cualquier otro momento y lugar... y sobre todo, genera en mí una especie de leve angustia, cuando se termina... Y de aquellos libros, los que más he disfrutado en este año que termina, os voy a hablar... Por supuesto, no son todos los que he leído, pero sí una docena...  que me han acompañado en muchas noches...

LA LADRONA DE LIBROS (Markus Kusak) ha sido, de principio a fin, una gratísima sorpresa... todas las críticas que había leído antes de comprármelo, insistían en la calidad de la escritura, la originalidad de la historia, de su planteamiento, el perfil de los personajes... Ambientado en la Alemania nazi, cuenta la historia de una niña, y de su familia, durante el auge y la caída de Hitler... Es una historia coral, narrada por alguien completamente inesperado... El ritmo es bueno, pero algunas de las descripciones y de las intra-historias son especialmente crudas... Me costó un poco superar las primeras 20 páginas, pero después... no podía dejarlo... Se merece, en todos los aspectos, un 8,5/10...

UN DÍA PERFECTO (Melania G. Mazzuco) es la historia de una crisis, personal, laboral, existencial... Lectura amarga donde las haya, cuenta la destrucción de una familia, con un tono imparcial e impersonal, que resulta desasosegador en grado sumo. Se desarrolla en 24 horas, pero no tiene nada que ver con la famosa serie de televisión... afortunadamente... Descubrí a esta autora, con su primera novela, "VITA", un impresionante fresco de la vida de dos emigrantes italianos en la América del siglo XX... Valoración: 8/10. No recomendable para personas propensas a los ataques de ansiedad.

REY LOBO (Juan Eslava Galán) narra las peripecias de un soldabo íbero en la Iberia prerromana, explicando su forma de vida, tradiciones, lealtades, vasallajes... Es un complemento perfecto para la exposición "Íberos", organizada por La Caixa, que pude ver en Gandía. Los personajes son duros, tallados casi con cincel y martillo; la historia, y su peripecia, es apasionante; no deja de tener un mensaje oculto, y en conjunto, es brillante. No olvidemos que el autor, bajo el seudónimo de Nicolas Wilcox,  ya nos ofreció los cuatro tomos de "LA LÁPIDA TEMPLARIA"... Se puede calificar de novela histórica de aventuras... y merece un 7/10...

UN PUENTE LEJANO (Cornelius Ryan) se centra en una operación militar aliada, "Market Garden", y en su dureza, desvelando tantos detalles, tantos fallos, que te preguntas cómo pudieron ganar la guerra. Es un testimonio desolador, no es la típica novela de Sven Hassel, pues el autor realiza una monumental labor de recopilación y validación de testimonios y pruebas documentales... Monumental trabajo, se merece un 9/10. Nota: apta solamente para personas interesadas en la Segunda Guerra Mundial, y en algunos tramos, narraciones espeluznantes.

UN MUNDO SIN FIN (Ken Follet) ha sido, posiblemente, la mayor decepción lectora del año... Lo venden como si fuera la segunda parte de LOS PILARES DE LA TIERRA, una de las novelas más apasionantes sobre los constructores de catedrales de todos los tiempos, pero no tiene nada que ver... La acción se sitúa dos siglos más tarde, y es una colección de amoríos, enfrentamientos por el poder, personajes con antagonismo desde hace décadas... Y, particularmente, me ha aburrido... Le pondré un 5/10... "por ser usted quien es, Mr. Follet..."

LA CÚPULA, (Stephen King) tampoco me ha entusiasmado... He leído todo lo publicado por Stephen King, algunos de ellos en inglés y luego en español, y me reservé este libro para las vacaciones de verano... Tiene momentos absolutamente brillantes... pero solo eso, momentos... En ciertas ocasiones, las descripciones son fantásticas... pero solo unas pocas... Ciertos personajes se desarrollan de manera implacable... pero solo algunos... mientras que los demás personajes, son planos y previsibles... Un 4,5/10, Rey Esteban... que me tienes contento desde la última entrega de LA TORRE OSCURA... mira que recurrir a Nietzsche de esa manera...

DIME QUIÉN SOY (Julia Navarro)  ha sido, con diferencia, el mejor libro del año... Un trabajo de investigación bastante particular, que llevará al protagonista, un periodista que sobrevive en los medios digitales, a recorrer el mundo, tras la pista de su bisabuela, Amelia Garayoa... Una historia fascinante, densa, que mantiene la tensión hasta la última línea... Significa un cambio con respecto a otras novelas de la autora (LA BIBLIA DE BARRO, LA HERMANDAD DE LA SÁBANA SANTA) que, siendo brillantes, no alcanzan la categoría de obra maestra... Un 9,5/10 perfectamente merecido.

AFRICANUS, EL HIJO DEL CÓNSUL (Santiago Posteguillo) es una brillante a la par que cuidadísima y documentadísima novela sobre Escipión el Africano, desde su nacimiento hasta su muerte, pero también, un fresco sobre la sociedad, la cultura, la guerra y la historia... Brillante en todos los aspectos, solo tiene una pega: te quedas con ganas de leer más... Solamente se puede comparar con otra saga de novela histórica ambientada en la época de los césares, EL PRIMER HOMBRE DE ROMA de Colleen McCullough...  Santiago Posteguillo consigue lo que a priori me parecía imposible: conseguir engancharme tanto como EL PRIMER HOMBRE DE ROMA... Por eso, se merece un 9,5/10... en cada uno de los tres tomos (LAS LEGIONES MALDITAS. y LA TRAICIÓN DE ROMA).

AL BORDE DEL INFIERNO (Steve Alten) es la típica novela supuestamente de acción y de investigación, que desearías fervientemente pensar que no es real... Después de LA RESURRECCIÓN MAYA y EL TESTAMENTO MAYA, sorprende muchísimo encontrarse con una investigación densa y bien documentada sobre las reservas mundiales de petróleo, las mentiras de ciertos países productores, los intereses monetarios en juego... Incluso como novela de aventuras, no deja de ser brillante... Un 8/10...

EL PROSCRITO (Elisabeth Chadwick) ha sido una gratísima sorpresa, que compré al azar en una librería de ocasión... pero me ha parecido fascinante. La autora, especializada en novela histórica, nos presenta la vida de Fulke Fitz Warin, en la Inglaterra del siglo XIII... Es una recreación densa, brillante, sumamente cuidada, de un personaje cuyo apodo conocemos todos nosotros: Robin Hood... La única pega, es que no tenga doscientas páginas más... Un 8,5/10...

EL REY DE LA CIUDAD PÚRPURA (Rebeca Gablé) narra la vida de un joven en el Londres medieval, desde sus primeros pasos como aprendiz, hasta su triunfo... Novela histórica de categoría, es al mismo tiempo un apasionante fresco sobre la vida en la gran ciudad en 1330, el comercio, el mundo de los negocios, las intrigas... Un merecido 8/10... y bastante más interesante que el de Ken Follet...

EL CHINO (Henning Mankel) es un libro brillante, con una trama densa, bien urdida... Una peligrosa investigación, para comprender el motivo de un crimen aparentemente inaudito, realizada por la jueza Birgitta Roslin ... Una trama que se remonta a lo largo de varias décadas... Y la consagración del autor como uno de los mejores escritores de novela policíaca del mundo... Es cierto, se añora a su personaje carismático, el inspector Kurt Wallander, de la ciudad de Malmö... Un 8,5/10...

Doce libros, para doce meses... ¿Se nota que tengo predilección por la novela histórica, verdad? Sin embargo, de todos los libros que he devorado durante este año, son los que te recomiendo, incluso los que para mí han sido mediocres... de los malos, mejor no te hablo... Porque sobre gustos, hay decenas de millones de páginas escritas...

Y ya tengo colocados en las estanterías los del primer trimestre del año 2011... De todas formas, para saber un poco más, y alimentar tus ansias lectoras, te recomiendo una web impresionante: lecturalia.com... Aunque sea en ebook, sigue leyendo... y alimentando la imaginación... y el corazón...


miércoles, 15 de diciembre de 2010

REDESCUBRIENDO A MI ABUELO: GUERRA Y POSGUERRA.


Algunas veces, con el paso del tiempo, te entran ganas de saber más cosas sobre una persona de capital importancia… pero generalmente, es cuando ya es demasiado tarde, y el paso del tiempo ha borrado incluso la huella de su voz… Es lo que me ha pasado con mi abuelo, Luis Rodríguez Márquez (Bilbao, 15de enero de 1909; Madrid, 15 de mayo de 2000)… En otras ocasiones he compartido algunos de mis recuerdos (véase “Y con él murió la palabra…”), y también aparece en varios poemas y pequeños textos… y seguirá apareciendo… Salvo escasas menciones de manera muy esporádica (lo entrevisté para un trabajo de la facultad de Ciencias de la Información, llamado “La guerra familiar”, y que por desgracia he perdido en una de las mudanzas), nunca quiso comentar de manera abierta sus padecimientos… Por eso, recurro a mi madre, Pilar Rodríguez Hillán, y van naciendo los recuerdos…

Quería saber cuándo se afilió el abuelo al Partido Republicano...

Ni la menor idea. El abuelo lo mantuvo siempre en silencio para no comprometernos a nadie, y que no supiéramos nada por si en su momento nos preguntaban… [el miedo a la delación, a las indiscreciones, ha sido una constante en todos los republicanos que conozco… aunque hayan pasado cuarenta años desde la muerte de Franco…]

Pero fue antes de la Guerra Civil…

Yo creo que sí, porque de hecho ocupaba un cargo muy importante durante la Guerra Civil… en algo parecido al CESIC, o algo de ese tipo… [se trataba del Servicio de Inteligencia Militar  (1)] De hecho, cuando le reconocieron la categoría, se la reconocieron como un cargo importante…

El abuelo se casó antes de la Guerra con la abuela…

No, se casó en plena Guerra Civil, el 17 de enero de 1938… Y fue en Crevillente… ya mi madre estaba desplazada a la zona de Valencia…

Y al abuelo le cogieron en Valencia…

Presos republicanos en el campo de los Almendros
Sí, en los últimos días de la guerra, cuando esperaban los barcos que en teoría iban a venir a buscarlos, a pie de playa (2)… Y estuvo preso en el castillo de San Fernando (3) , que está en Alicante… [visitamos ese castillo una de las veces que veraneamos en Cullera…] Y luego los llevaron a un sitio que se llamaba el Campo de los Almendros (4) , donde se comieron hasta las hojas de los árboles, porque no había infraestructura para darles de comer… Y allí estuvieron pasando muchas penalidades…

No sé cómo lo trajeron a Madrid… Y estuvo primero en la cárcel de Conde de Toreno (5) , que era un convento, y les encerraron en el cementerio [posiblemente fuera la cripta], y sacaban los huesos de los nichos, y por turnos se iban metiendo a dormir… Porque si la habitación donde estaban podía acoger a nueve personas de pié, estaban veinte o treinta… No tenían más remedio que permanecer de pie… no había espacio material [para] sentarse… Eso es lo que yo sé…

Más tarde, le mandaron a la cárcel de Yeserías (6) … En total, estuvo siete años y pico encarcelado… Y salió siete días antes de que yo hiciera la primera comunión, el 26 de mayo de 1946… Pero en esa última parte de su estancia en la cárcel, debido a algún problema que tuvo [al involucrarse en actividades no deseadas de índole política] (7) le trasladaron al penal de Ocaña (8) … o Cuellar… ahora no me acuerdo…

Pero tuvo varias modificaciones en su condena…

Sí… primero estuvo condenado a muerte, pero luego se lo modificaron por treinta años… En total fueron siete años y dos días… pero salvó la vida por apellidarse Rodríguez… porque los juzgaban por orden alfabético… y por eso, tanto él como sus dos hermanos los condenaron a treinta años…

El tío Juan también estuvo allí…

Sí, estuvo con él, durante todo el tiempo… pero el otro hermano, Federico, estuvo solo tres años, porque al juzgarle consideraron que, como él era músico militar, que no tenía por qué estar en la cárcel tantos años, y por eso le liberaron… Quienes tenían un cargo superior eran mi padre y mi tío Juan… el otro, simplemente era un músico…

Cargo en el ejército de la República…

Sí, cargo en el ejército legal, al que él pertenecía… Lo que no sé es dónde le tocó, en qué sección…

Y al salir de la cárcel, qué tipo de vida se encontró…

Al salir de la cárcel, encontró una buena persona, que apoyaba , que ayudaba mucho a los represaliados… No pudo volver a ingresar en la Diputación Provincial de Madrid, puesto que consideraban que no se había presentado al trabajo [mientras estaba encarcelado]… Era un puesto que había ganado por oposición antes de la Guerra Civil… Entonces se puso a trabajar como contable en una sastrería militar, de la derecha… El dueño era un señor aragonés, que a todos los empleados que tenía, si trabajaban bien, le daba igual la procedencia… Era una bellísima persona… Y estando allí, retomó sus estudios… Como no podía convalidar lo que él había hecho porque le costaba dinero, se volvió a examinar de todo, incluida religión… Se hizo primero Profesor Mercantil, y luego Intendente Mercantil… y ya ejercía la carrera en la misma sastrería en la que trabajaba…

Mientras tanto, presentó unas reclamaciones que hacían a través de un bufete de abogados… y con los años consiguieron que mi padre y otros muchos represaliados como él reingresaran en la Diputación Provincial de Madrid transcurridos treinta años o más después de su cese… y se jubiló ejerciendo esa profesión, donde le habían reconocido parte de sus derechos antiguos… También le reconocieron el ser militar de la República, y en sus últimos años tuvo una jubilación de militar, y otra de intendente mercantil.

Lo primero que solicitó cuando salió de la cárcel fue estar documentado, porque los presos no tenían derecho a documentación, y pidió un carné de la Cruz Roja, a la que perteneció toda su vida, como socio colaborador… Y eso le permitía tener documentación… [Aquél carné se ha traspapelado].

Presos republicanos en la cárcel
Lo que no permitió nunca es que yo supiera nada de la vida que él había tenido antes, durante y después de la Guerra Civil. Él no quería que yo perteneciera ni a Comisiones Obreras, ni a ninguna cosa que no fuera absolutamente lúdica, como el Ateneo, que también se hizo socio del Ateneo inmediatamente… Allí había un movimiento político casi clandestino, con las tertulias literarias… No nos dijo, no quiso contarnos nada, para que yo no pudiera contar algo… Sé que era masón y comunista… Muchos años después consiguió ir a Rusia.. . Tal vez si viviera ahora, no estaría tan contento de la evolución del país…

Era un idealista total, con mucho carisma, muy culto… Durante la época que estuvo en la cárcel, los presos habían organizado una especie de células clandestinas para enseñar a la gente… Él sabía muchas matemáticas, otros química, latín… Mi padre aprendió muchas matemáticas, e idiomas… En aquellas ocasiones en las que les obligaban a asistir a ceremonias religiosas, se ponían con una pauta, unos matemáticas, otros idiomas, y al salir se preguntaban los unos a los otros… para ver si durante ese tiempo habían conseguido estudiar … Es decir, abstraerse de la misa, y estudiar lo que ellos tenían pensado hacer… Enseñaron a leer a mucha gente…

Recuerdo esas páginas que eran cuartillas de papel marrón, completas de números y fórmulas…

Y las veinte palabras de latín o de griego…

Y que escribían sobre cualquier cosa en la cárcel…

Sí… igual que Miguel Hernández… en los rollos de baño… [Durante muchos años se guardaron en casa esas cuartillas llenas de datos, o los poemas escritos en el reverso de volantes oficiales, sobre el papel de rollo…] Luego estuvo trabajando durante el tiempo que se lo permitieron en el laboratorio de la cárcel…

No sería fácil criarte sin tu padre…

No lo era… Mientras estuvo en la cárcel de Yeserías, la persona que se encargaba de dar los volantes de visitas era una bellísima persona… Entonces, a veces mi madre me mandaba a mí por delante para solicitar el permiso… Y el señor me preguntaba: “Mari Pili, ¿qué quieres, qué deseas?” Y yo le decía: “Quiero ver a mi papá…” “¿Y cuando le has visto?” Y yo le respondía: “Mañana”… Yo era muy pequeña, y entonces no distinguía entre el “ayer” y el “mañana”… Él sabía que yo le había visto ayer, y entonces me daba un pase para volver a verlo… Era muy emotivo…

Y en una ocasión, el día de la Merced, que es el día de los presos, permiten pasar a los hijos de los presos a verlos… te ponen un cartel con tu nombre… Cartel que me había hecho mi propio padre… Y una persona le pregunta a mi padre: “¿Por qué no está su hija?” Y él le responde: “Pues porque no la he encontrado… No ha venido a verme…” El otro preso le dice: “Y yo, sin embargo estoy con esta niña en los brazos, y no encuentro a su padre…” Y cuando mi padre vio el cartel, se da cuenta de que era yo… no me había reconocido… y el otro señor no había pensado que Rodríguez era un apellido muy corriente… Mi padre me abrazó… estuvo llorando todo el tiempo… Y tengo una fotografía de aquél día… en la que estoy con mi padre, en el patio de la cárcel… Los niños pasaban solo una vez al año… Mi madre me llevaba siempre, a pesar de las dificultades y de las penurias que tenía para llevarme…”



Hace ya más de diez años que murió mi abuelo… y, sin embargo, en los ojos y en la voz de mi madre, sigo notando el miedo… Nunca, salvo aquella vez en que lo entrevisté en la facultad… Los perdedores heredaron el miedo… Lo que me da escalofríos es pensar que, si se hubiera apellidado “Álvarez” o “Benítez”, como él recordaba a menudo, no habría salido vivo del Campo de los Almendros… Por supuesto, su obra poética o literaria, que abarca desde los desgarradores lamentos por lo vivido en la Guerra Civil… hasta una zarzuela… y diversas novelas… nunca ha visto la luz… Igual que otros muchos escritores republicanos españoles… Quizás llegue el momento de que los nietos de los represaliados tomemos el relevo…


NOTAS COMPLEMENTARIAS:


[1] El Servicio de Investigación Militar (SIM) fue el nombre de la agencia de inteligencia y del servicio de seguridad de la Segunda República Española durante la Guerra Civil Española. El SIM fue creado el 9 de agosto de 1937 por el entonces Ministro de Defensa Nacional Indalecio Prieto, fruto de la unión de las organizaciones de espionaje y contraespionaje. Con ello se trata de poder coordinar a todos los servicios de inteligencia de la República (Ejército, Gobernación, vascos y catalanes). El SIM quedó pronto dominado por los comunistas, que lo utilizaron más como policía política del PCE que como tal servicio de información estrictamente militar.   http://es.wikipedia.org/wiki/Servicio_de_Informaci%C3%B3n_Militar

(2) “La Guerra Civil española finalizó, de manera trágica, en el puerto de Alicante, en los últimos días de marzo de 1939. Más de 12.000 refugiados esperaron en vano durante días los barcos que habían de llevarlos al exilio. Sin embargo, después de que el buque británico “Stanbrook”, al mando del valiente capitán Archibald Dickson, consiguiera en la noche del 28 de marzo evacuar a casi tres mil de ellos, el resto quedó abandonado a su suerte…” http://www.alicantevivo.org/2010/07/parque-del-campo-de-los-almendros-nueva.html

(3) El castillo de San Fernando, en Alicante (España), se construyó sobre el Tossal durante la guerra de la Independencia contra los franceses en el año 1813. Se hizo con el propósito de ser una prisión y para reforzar las posibilidades de defensa del castillo de Santa Bárbara. No se llegó a estrenar, ya que en Alicante no llegó a haber ocupación francesa, eso sí, por poco, pues el general francés Louis-Pierre Montbrun bombardeó la ciudad el 16 de enero de 1812 desde la zona de Altozano (cerca de la Iglesia de Los Ángeles). Según parece, fue un adelanto del ataque real que pretendía efectuar para tomar la ciudad, que no se produjo porque el general y sus tropas ese mismo día se fueron a Francia, requeridas para la invasión de Rusia. Fue una obra que se construyó deprisa y mal, pues al poco tiempo empezó a mostrar deficiencias, además de ser militarmente inútil, a la vez que costosa… (después cayó en el olvido). http://www.alicantevivo.org/2007_04_01_archive.html


(4) “Este campo fue concebido como centro concentracionario provisional hasta que se determinara a que distintos lugares iban a ser dispersados los apresados. Con lo que, su duración fue corta, transcurriendo unos 5 ó 6 días, según las fuentes. Sin embargo, duras y dramáticas escenas configuraron la vida en el campo, ya que las cifras de los concentrados se aproximaba a las 30.000 personas, el sistema de higiene se reducía a la nada y la alimentación la procuraban un raquítico y único manantial que había dentro del recinto acordonado por las tropas, para cuyo acceso había que hacer una extenuadora cola; y los almendros: Sobre aquellas tierras trabajadas por el arado y resecas bajo el sol, sin ninguna condición higiénica, agrupados como ganado, sin comer, el agua racionada, nos retuvieron días y días y fue tan infernal la experiencia que llegamos a perder toda noción del tiempo. Pero (...) sí recuerdo a los que morían a mi alrededor. Allí sin comida, la gente se comía todas las almendras, hasta las hojas de los almendros...sin servicio ninguno de higiene y sanidad y sin intendencia, pues a los árboles no les quedaba ya ni corteza...un hambre de espanto, que no teníamos nada, que nos comimos las hojas y todo lo que podíamos... el primer día, no quedaban almendras en los almendros; el tercer día no tenían ninguna hoja... allí estábamos tirados...” (http://www.foroporlamemoria.info/documentos/2004/elopez_sept2004.htm)

(5) “Estaba situada en la Plaza del Conde de Toreno, 2. En la actualidad, edificio de viviendas. En ella estaban recluidos los que habían pertenecido al S.I.M., al S.I.E.P., Servicio de Investigación Periférico, a unidades guerrilleras o a la policía. Sería en esta cárcel en la que el dramaturgo Antonio Buero Vallejo pintó la célebre cabeza del poeta Miguel Hernández, la cual acabaría dando la vuelta al mundo. Otros presos, fueron: José Cazorla, Melquisedez Rodríguez Chaos, etc..” http://www.scribd.com/doc/7982680/Carceles-de-Madrid

(6) “Es una cárcel, si, pero no una cárcel cualquiera. El edificio en cuestión son los restos de la antigua Cárcel de Yeserías, prisión utilizada en 1939 por parte del recién impuesto estado franquista para encarcelar, humillar y torturar a los presos políticos antifascistas del recién derrotado ejercito popular de la República, justo al acabar la guerra civil española y tras el triunfo militar de las fuerzas fascistas del estado con apoyo del fascismo y del capitalismo internacional. Por esta cárcel, numerosos presos políticos antifascistas pasaron durante años, algunos mas conocidos, otros mas anónimos, pero todos ellos victimas de la represión fascista que hoy en día sigue olvidada y perdida entre los restos de la vieja prisión. Algunos de ellos, pasaron años recluidos, algunos, los mas afortunados pasarían a otros destinos, pero también muchos de ellos pasarían aquí, encerrados sus ultimas horas antes de ser sacados en masa y fusilados en las tapias de algún cementerio perdido y olvidado de la capital.

(7) Era conocido el interés de los presos políticos por reorganizarse incluso dentro de la cárcel… pero las autoridades no podían permanecer impávidas. “La reconstitución y coordinación de las organizaciones políticas en el interior de las prisiones fue una de las principales preocupaciones de las autoridades penitenciarias. Conocedoras de las actividades clandestinas que se desarrollaban entre rejas, uno de sus propósitos fundamentales fue frenar la propaganda política desplegada en las cárceles y la desarticulación de los grupos que en ellas actuaban. Una buena muestra de ello es el constante envío de comunicados y órdenes por parte de la Dirección General de Prisiones para la adopción de medidas que incrementasen la seguridad, la vigilancia y el control, como, por ejemplo, la que en el mes de enero de 1940 decreta un régimen absoluto de aislamiento: la suspensión de la correspondencia, de las comunicaciones orales con los familiares y de la recepción de comidas y paquetes. En septiembre de 1941 se prohibieron las comunicaciones que hasta entonces se habían permitido entre presos de diferentes centros penitenciarios, con la finalidad de cortar cualquier tentativa de coordinación entre ellos y la consolidación de núcleos sólidos de oposición al régimen en el interior de las prisiones.” http://www.secc.es/media/docs/28_5_VER%C3%93NICA_SIERRA_BLAS.pdf

(8) Así recordaba las condiciones de vida en la cárcel de Ocaña uno de los centinelas: “A los condenados a muerte les llevaban directamente a las galerías subterráneas a las celdas de castigo y de allí no podían salir para nada, por las madrugadas los sacaban en grupos de quince y los fusilaban en el cementerio. Luego ya empezaron a venir trenes cargados de prisioneros de toda España. Eran gente mayor generalmente. Llegó haber hasta 15.000 prisioneros totalmente hacinados y hambrientos.”




jueves, 9 de diciembre de 2010

VISIONES DE LA LIBERTAD...

A veces, me pregunto a mí mismo sobre la libertad... y llego a la conclusión de que es un ideal inalcanzable, al menos, cuando te haces mayor... Porque en eso consiste la madurez: en aceptar los propios límites, y los que te impone la sociedad... Es un constante ejercicio de negociación con uno mismo, con los ideales, con las frustraciones del pasado, y con las incongruencias del presente... porque del futuro, prefiero no hablar...

La libertad es  para mí un paseo por el parque durante el otoño, sintiendo los crujidos de las hojas bajo mis botas, y el olor, mezcla de vida y de muerte, por los oscuros senderos... del corazón y de la memoria... Un fugaz amanecer a la orilla del mar, que nunca he llegado a ver... O compartir la luz del sol que se arrastra sobre la cama, dibujando formas caprichosas, y esquivas sombras, una perezosa mañana de domingo... La mayor parte del tiempo, la libertad se resume a escoger con qué persona deseas estar, para compartir tus ratos de ocio... si bien en mi caso, estoy más tiempo, consciente, con mi gato, que con mi mujer... De donde se deduce que paso demasiado tiempo con Chiqui... ya que incluso le respondo con maullidos... y adivino sus estados de ánimo...

De todas formas, pensar en la libertad, es recordar momentos en los que te has sentido bien, feliz, contento, realizado, protegido, y mil cosas más... Porque hay tantas definiciones de la libertad como personas que piensan en ella... Quizás, por eso, me quedo precisamente con esta foto... La libertad son aquellos momentos de ingravidez, entre el techo y la colcha, o entre el cielo y el suelo, cuando flotas, libre, y te sientes... bien...

lunes, 6 de diciembre de 2010

MISTERIOSO RECICLAJE

Hoy, ha vuelto a caer ente mis manos... el recorte misterioso... Me llamó la atención hace más de cinco años, hojeando los editoriales del periódico La Razón... Lo más extraño, creo, es precisamente que aquél periódico, que me produce una intensa alergia, cayera entre mis manos... ¿Dónde estaba yo en el mes de agosto de 2005? La verdad, no tengo ni idea... ¿Y por qué me puse a leerlo? Supongo que por aburrimiento, en cualquier consulta de un médico (dichosas jaquecas y alergias varias...), haciendo cola en una peluquería (va a ser que no... desde hace 12 años mantengo una apasionada relación con una esquiladora eléctrica... que me costó lo mismo que dos cortes a navaja...), y la otra posibilidad que se me ocurre es que se tratase de una de tantas noches de guardia en el Ministerio más utópico... puesto que en aquella circunstancia, si te has quedado sin libro de cabecera, eres capaz de leerte hasta las Páginas Amarillas...

Lo más sorprendente, sin embargo, es que este recorte, perfectamente conservado en su funda de plástico con ribete azul y generosa hilera de taladros, haya regresado hasta mí... Me explico: en estos años, mi mujer, nuestro gato y yo hemos vivido en 3 casas... lo que implica haber metido en cajas toda nuestra vida en 3 ocasiones... la última de ellas, utilizando los servicios de una conocida empresa de mudanzas, para depositar nuestro pasado en un almacén... Prefiero no hablar de la empresa: se perdieron varias cajas con ropa, trastos y, lo más duro para un ratón de biblioteca, libros... y otros muchos resultaron dañados por el agua... He montado y desmontado mi despacho unas cuantas veces, incluyendo las últimas operaciones de limpieza étnica de varios autores que han dejado de gustarme, y que han continuado su ciclo vital lejos de mis manos...

Todo lo que me lleva, una vez más, de regreso a este recorte... Nunca le he dado demasiada importancia, la mayor prueba es que no se encuentra metido en una de mis carpetas negras... Y sin embargo, no dejo de tener la sensación, cada vez que lo releo, de necesitar compartirlo... Cosa que haré esta noche, venciendo a la pereza de repicar un texto que no es mío... y al mismo tiempo, dejándome llevar por la historia... Espero que os guste...

RECICLAJE.

Prohibido circular a más de 120 kilómetros por hora. Alojada en un parabrisas, una señal como ésa parece más grande. También parece más alta la mediana de hormigón y sin embargo aquél todoterreno voló por encima. Ya sé porqué les llaman 4x4. Entropía. Adicción al caos. Aunque tarde, he logrado comprender las consecuencias del Segundo Principio de la Termodinámica. Los efectos sobre mi cuerpo que un médico con un peto fluorescente está tratando de deshacer sin saber que son irreversibles. Mientras, mi retina graba el color de las sirenas reflejadas en las pupilas de una hermosa enfermera que luce dos piercings. Una visión sublime. Hasta que caen mis párpados. Alguien me envuelve para regalo. Odio el color del oro.

Fallo multiorgánico tras parada cardiorespiratoria. La voz de un forense de guardia suele sonar categórica. Así que le creo. Omite el detalle de la sinuosa cicatriz que deja a lo largo de mi tronco. Pero no importa, ya estoy muerto. Sinceramente, creía que mi cerebro pesaría más. Mis córneas reposaban en una bandejita metálica mientras que mi tórax iba siendo desgranado. Y aun así, lo vi todo. La herida que me dejó sin fémur. Que no duele. Los ligamentos le serán útiles a algún futbolista. Espero que sea mejor que yo. Riñones, hígado, pulmones, páncreas. Todo con hielo. En bolsas con etiquetas. Sonrío cuando extrae los intestinos. Todo el mundo ha comprado alguna vez longanizas. Los forenses y los carniceros tienen más en común de lo que uno piensa. Hasta hace un rato yo pensaba que hay que tener estómago para ver todo esto en directo. Ahora comprendo que sin él también es posible.

Es admirable todo lo que un carné (de donante de órganos) puede dar de sí. Cesión de derechos sin contraprestación. O no. Nunca ninguna autopsita me resucitará tantas veces. Me pregunto si esa es la esencia del reciclaje. Satisfacción contra tristeza. Antes de desvanecerme, intento decirle a ese forense que no me ha quitado el corazón. Corro en círculos a su alrededor. Gesticulo. Grito. Me acerco a su oído y grito de nuevo. Con todas mis fuerzas. Es inútil, no me oye. Nadie me oye y yo me desvanezco. Frustrado. Abatido. Porque no recicló mi mejor pieza.

Juan Mª Sánchez Villar.