lunes, 28 de febrero de 2011

COSAS DE GATOS...

"PAROLE, PAROLE, PAROLE..." Sí, palabras, unas sobre otras, amontonadas como mil realidades distintas, e incontables posibilidades de futuro y de pasado... Es lo malo de tener mucho tiempo libre, que a veces, te faltan ideas para aprovecharlo... Desde hace un par de semanas, mi mujer está trabajando en el turno de noche en el hospital, lo que implica que una noche de cada dos, tengo el control absoluto del mando a distancia, y celebro con mi gato una típica noche de chicos... Salvo que en vez de pizza recalentada y latas de cerveza, aprovechamos para ver juntos una película de DVD, escogida de mutuo acuerdo... y son de las que mi mujer odia... El mes pasado, vimos "Batman, el caballero oscuro", "Batman Begins", "Con faldas y a lo loco", "Cantando bajo la lluvia", "La furia de los siete magníficos"... Supongo que cuando está con Fátima, tiene que optar por otro tipo de pelis... sobre todo, las de fantasmas y de terror, que yo no soporto ver...

Le gusta el sonido, el movimiento, se puede quedar un buen rato mirando fijamente la pantalla, disfruta con "Star Wars", sobre todo con el episodio 2... Y le gusta la música de "El Padrino"... Si estamos viendo una de guerra, tipo "Salvar al soldado Ryan", se le encrespa el lomo con tantas explosiones, y llega a clavarme las uñas a través de los vaqueros... Curiosamente, le encantó "Cantando bajo la lluvia": se puso a ronronear como una locomotora en mitad del famoso número de baile...

Mi gato... bueno, nuestro gato, si está mi mujer, es un amante del buen cine, aunque si él pudiera escoger las películas, tendría que ver una y otra vez "Ratatouille", "Un ratoncito duro de roer" o las pelis de "Stuart Little"... y, por supuesto, una vez por semana, "Como perros y gatos" y las 2 de "Garfield" (aunque la segunda me parece muy aburrida...). En el fondo, lo que le gusta es ir saltando del suelo al puff, luego al sofá, y después, sobre mis piernas... Amasa... es su manía, lo amasa todo... a veces me dan ganas de poner delante de él un barreño con huevos, leche, harina, levadura y un yogur, y que practique alguna de las recetas de Xela...

Lo más divertido son sus ataques de hiper-actividad... Chiqui es un gato sedentario, de costumbres tranquilas y pausadas, cuyo mayor objetivo en la vida parece ser el encontrar el lugar perfecto para dormir... Y dicho lugar cambia según las horas y los momentos de la jornada... Por la mañana, casi siempre está en la cuna, o sentado en mi sillón de orejas... Por la tarde, me espera en la cama para dormir la siesta, siempre en el costado izquierdo, y usando  mi brazo como almohada... Luego, durante 3 o 4 horas, me acompaña en el despacho, durmiendo en la silla de invitados... Mientras vemos la tele, pasa por todos los asientos disponibles en el comedor, sin importar que estén o no ocupados... Y por la noche, suele irse al despacho de Fátima, y se tumba en la cama, observándolo todo atentamente... Siempre se duerme unos minutos antes de que le llevemos a su cuna...

A veces, se queda mirando fijamente la mecedora del comedor, como si estuviera viendo algo invisible... Se puede pasar hasta diez minutos en esa posición, tumbado sobre mis piernas, como la típica esfinge... Es algo que me pone bastante nervioso, puesto que juraría que la mecedora se está moviendo un poquito, aunque su peso es demasiado grande, y no hay corrientes de aire en la habitación... Sin duda alguna, es mi desbordante imaginación que me está jugando una mala pasada... En otras ocasiones, se pone a boxear contra su sombra, con tal repertorio de maullidos, zarpazos, bufidos, brincos y saltos, que me dan ganas de grabarlo con el teléfono móvil, y poner la música de "Rocky" como banda sonora...

Sus ataques de hiper-actividad son divertidos... Empieza a correr por todo el pasillo, tomando las curvas a tal velocidad que podría trazarlas a media altura de la pared, como su prima Leo... Se pone a jugar con cualquier cosa, sobre todo si no es un juguete para gatos: ya tiene en su territorio un juego de pinzas de depilar, dos bolis, una pinza de la ropa, una pelota de ping-pong que de vez en cuando rebota por el pasillo, pero nunca ves... su juguete favorito de la semana pasada era un cordino de seguridad de color naranja, que fijé con esparadrapo a la mesa del despacho... Le encantaba, porque podía jugar con él desde la silla...

Con lo listo que es el minino para lo que le interesa, sigue habiendo misterios de la ciencia que no es capaz de entender... Por ejemplo, no comprende que si está lloviendo y sale al patio, se va a mojar de cabo a rabo... Y no entiende por qué se le tienen que mojar las patitas... o que yo no quiera acompañarle con un paraguas, para que él no se moje... Tampoco tiene muy claras las cuestiones de horarios: el mismo maullido que a las dos de la tarde te hace reír, te puede dar un susto de muerte a las seis si estás solo en casa, y convertirse en una molestia de madrugada... No concibe que a las seis y pico de la madrugada no sea el mejor momento para pedir mimos...

¡Enfin! Cosas de gatos...

jueves, 10 de febrero de 2011

CORAZÓN DE ESCRITOR...

Vuelven una vez más los sueños, siempre imposibles, a percutir contra las paredes de mi corazón... Regresan las voces del pasado, y sus palabras se convierten en promesas de amor... Romances imposibles, versos que jamás escribí... y sobre todo, palabras que jamás pronuncié... Vivo muchas veces preso entre dos tiempos, entre dos momentos, y entre dos caras de una misma realidad... Es cierto, los mundos de tinta, que comparto contigo, son a veces más importantes que la propia vida, pues gracias a ellos exploro mil y una enctrucijadas temporales... que en el fondo, se resumen en una sola historia, en un principal requisito: amar y ser amado...

A veces me torturo con futuribles, pues a los 40 años ya tengo bastante identificados los puntos troncales de mi vida, aquellos en los que podría haber adoptado un rumbo distinto, y casi seguro, con un resultado más feliz... Sé que no vale de nada, que los tiempos pasados no se pueden cambiar, y que en cierto sentido, prefiero que sea así... No conseguí nada en el mundo del periodismo, ni en la radio ni en la prensa, que la televisión también la conocí varios meses, pero en el fondo, no me gustaron... No supe moverme como es debido, ni aprovechar las oportunidades que tuve... y de todas formas, al recordar mis tareas en aquellos meses y años, no tengo la certeza de si habría "dado la talla": soy una persona bastante discreta con mi vida y con mi trabajo, y respeto las distancias... Solo cuento aquello que me apetece contar... y cultivo la "auto-ficción"...

Estudié periodismo por vocación, y he aprovechado las oportunidades (becas o master) lo mejor que he sabido, y posiblemente dejé escapar mi mejor opción cuando terminé el Master de RNE... Es historia antigua, lo sé... pero sigue doliendo... Añoro los meses en la radio, en la sección de Local, trabajando para Maria Jesús Cañellas, y con locutores profesionales y técnicos de sonido profesionales y altamente cualificados... También recuerdo con cariño los informativos de Telemadroño, donde aprendí tantas cosas, desde organizar un archivo hasta gestionar una entrevista, o preparar "rellenitos" con imágenes de archivo... Durante varios años estuve tratando de encontrar mi sitio en el periodismo de Madrid, enviando currículos, acudiendo a entrevistas, mientras que realizaba la tesis doctoral... que nunca terminé...

Sin embargo, cuando enchufo la tele y hago "zapping" por los distintos canales después de comer, no encuentro programas atractivos, porque en ellos predominan el cotilleo, el "famosismo" y el sensacionalismo sobre el periodismo auténtico... Y no me gusta ir persiguiendo por las calles a los famosos y famosillos de turno (si es con una cámara de televisión al hombro, menos aún), ni involucrarme tanto con algunos partidos políticos que tus crónicas son mera propaganda electoral... Cuando veo programas como "Madrileños por el mundo" o "Españoles por el mundo", recuerdo viejos sueños, otros tiempos y numerosos viajes con mis padres... Pero está claro que no todo el mundo puede convertirse en reportero viajero... También escucho la radio por la noche, algunos programas también me hacen soñar...

¿Por qué abandoné el periodismo? No sé, quizás la pregunta sería ¿por qué el periodismo me abandonó a mí? O bien ¿por qué seguimos atiborrando las aulas de las facultades de periodismo, cuando el índice de paro técnico (personas que jamás se ganarán la vida en esa profesión) es superior al 85 %?¿Por masoquismo, por cultura general, por estudiar algo "fácil"?

¿Y después? Después de unos cuantos años, demasiados en todo caso, de recibir hostias por todas partes, de pasar de un trabajo malo a otro peor, de agobiarte por estar desperdiciando el tiempo, y tu vida en general... Descubres que entre amores, sentimientos, pérdidas, dolores, decepciones, ilusiones, soledades... hay algo que late en ti... algo que quizás siempre llevaste dentro...

El corazón de un escritor, que ruge, ama, llora, sueña y vive...

Y sigue buscando su camino... y su verdad... entre los mundos de tinta y la vida real... Gracias por acompañarme de vez en cuando...




miércoles, 9 de febrero de 2011

EL VACÍO TRAS EL DISFRAZ...

Una fábula rellena de metáforas y preñada de mentiras… Un conjunto de profecías que se autocumplen periódicamente… Un sueño soñado por otra persona en medio de su más lúcida pesadilla…  Mil y un disfraces amontonados, fusionados, en torno a un vacío… 

La ficción de ser padre, hijo, esposo, hermano, confidente, caballero de roñosa armadura, defensor de causas perdidas, adalid de los pobres y los necesitados, humanos y animales… Mas en el fondo, estás profundamente cansado de tantas luchas…

En apariencia, todo va bien, mientras la tensión va subiendo, inexorable.

Y la presión de intentar ser todo lo que el mundo exige de ti... un buen día, es demasiado fuerte, y estallas, durante unas horas de soledad, te buscas frenéticamente, y en cierto modo, te encuentras… Y como en un sueño, o en una pesadilla lúcida y terrible, das un salto de fe, hacia los abismos de tu propio yo, imaginando, sintiendo, padeciendo, lo que podría haber sido tu vida, tu otra vida… en pocas horas, en torno a dos crisis que en cierto modo te cambian, modifican tu forma de ver las cosas... La primera derivada del dolor, contenido a base de pensar, de hablar, de imaginar; la segunda, hija de la soledad y la tristeza, con zarcillos y retazos de la noche enroscándose en los tobillos...

Y con un grito de ansia y de libertad pugnando por salir de lo más profundo de tu garganta, de tu mente y de tu alma ... Pues en aquellos ratos de lucidez extrema y desprovista de oropeles y de verdades absolutas, descubres el gran engaño… Terminas distinguiendo la soledad voluntaria del olvido, regresas a lo básico de la vida, a lo primordial, la respiración, para combatir el pánico… y, a tus ojos, cometes el mayor de todos los pecados capitales: reconocer que necesitas ayuda…

Durante toda la jornada, más o menos mantienes el tipo, incluso sales a la calle, haces un par de compras, coges el metro, dando gracias en cierto modo por la eficacia de los disfraces, de los símbolos y señales que tan cómodo te hacen sentir, procuras, como animal acorralado, evitar el contacto visual  directo en el Metro, usando el MP-4 y el libro como barreras, mas al mismo tiempo si perder el mínimo detalle de todo lo que te rodea, de la gente, del ruido, del espacio, del olor…

La eficacia de un disfraz, de una envoltura, de un posicionamiento vital, depende de como tú creas que lo es… y al mismo tiempo, cuanto más y mejor refleje tu estado de ánimo… del momento… No tiene sentido recubrirte de algo que no pega con tu ser, y menos si lo que necesitas es que te dejen tranquilo, solo, pasar desapercibido… pero siempre es mejor pertenecer a la tribu de los lobos, que al grupo de corderos, siempre...

Mejor cazador que presa, pues el animal humano huele el miedo... Si necesitas seguridad en ti, muestrate un poco agresivo…bien con los colores de tu ropa, tu estilo, la mirada o el aura… siempre es mejor lobo que cordero... verdugo que víctima...

Y logras sobrevivir a aquellas horas amargas y necesarias de presunta sinceridad... y te imaginas que otra vida es posible...

En cualquier "pueblo con mar" como diría Sabina, en una ciudad de provincias, si es posible, del levante, incluso trabajando en lo mismo, en la protectora seguridad del uniforme marrón, mas pudiendo cumplir cada noche, o cada tarde, o mañana, con el ansiado ritual de pasear por la orilla, viendo su fuerza, oliendo su inmensidad, sintiéndote pequeño frente a su poder...

Mas despiertas de estas ensoñaciones de otra vida, quizás mejor, cuando miras a tu alrededor, los colores de tu casa, tu hogar,los mil y un detalles que conformar tu pequeño mundo privado... Cosas materiales que has ido acumulando y te hacen sentir mejor, y sobre todo recuerdas que no estás solo en esta vida... está ella...

Que no todo es tan fácil como parece... y una vez más, cedes...

Y te contentas con ser plenamente libre tan solo en mundos de tinta, y regresar, todos los años, a cualquier costa, a rendir culto al mar...

jueves, 3 de febrero de 2011

Y RESPIRO...

Silencio... agudo y punzante silencio, maleado solamente por el ruido del tráfico en la calle (sobre todo, los autobuses), y los fieros ronquidos de mi gato... A veces, tengo ganas de hablarle, aunque sea, a mi sombra, esperando que me responda "aquí estoy..." Es cierto, podría estirar el brazo, dar un mínimo toque a la radio, y la música, sin recuerdos, ni preocupaciones, invadiría de nuevo el despacho...

Pero permanezco en silencio, concentrándome en sentir los ritmos de mi cuerpo, los ríos de sangre... Los latidos de mi corazón suenan con más fuerza, el ritmo desacompasado y cansado, tras una larga jornada... Respiro... Mis dedos repican sobre el teclado, con la "A" parcialmente borrada, quizás por las innumerables veces que he escrito la palabra "AMOR"...

Respiro... Hoy me duele el alma, tal vez por los recuerdos de mil noches de sol y mil tardes de silencio... Mi corazón late... galopa... se para... pero son los nervios... o las ausencias... las que tanto me pesan... las soledades inconfesables, cuando todo el mundo piensa que todo va bien... y nada va bien...

Respiro, llenando los pulmones de fragancias imaginarias... Las palabras, queridas compañeras de tan largo viaje, se aturullan en los recovecos, se atropellan las unas a las otras, saltan en loca carrera desde la fábrica de las ideas hacia el teclado... Pero tienen tanta prisa por convertirse en texto, que ni siquiera respetan un orden más o menos lógico... y tengo que agarrar fieramente las riendas... para sembrar algo de coherencia en el campo de batalla, entre el corazón y la voluntad... entre lo que cuento, y lo que sueño...

Respiro.... profundamente... La fiera corrupia (el gato) se despierta, y me mira, fijamente, a los ojos...¿Alguna vez has jugado a "veamos quién está más tiempo sin parpadear" con un gato? No te lo recomiendo: lo hice un par de veces, colocándole sobre la mesa del despacho, y él se quedaba mirándome, fijamente... ¡Ni siquiera parpadeó para bostezar, cuando se aburrió del juego!

Amores, siempre amores, y recuerdos, de personas especiales... de lugares mágicos... de sentimientos difuntos... de imposibles... de presencias y de ausencias... sobre todo, de ausencias... Concentrado en la memoria de otros soles, me olvidé de respirar... La fiera protesta... pues le molesto en su sueño...

Y respiro otra vez... Y sonrío... con esa sonrisa triste, de quien ha amado... y ha perdido... de quien se ha enamorado una y mil veces... de una sonrisa, unos ojos, un gesto... incluso del aire del mar... o del recuerdo de un perfume...

Y respiro... Porque incluso el silencio de la casa desierta está colmado de mil amores... y mil presencias... y siempre será mejor haber amado, y haber perdido... que no haber vivido...

Y respiro...




miércoles, 2 de febrero de 2011

HISTORIA DEL NO...

¿Alguna vez te has planteado cómo sería tu vida, si todo hubiera sido distinto? ¿Es decir, si cada vez que una pregunta o una situación que podría haberse saldado con un "SI", se hubiera solucionado con un "NO"? Yo llevo unos cuantos días pensando en ello... y este seria el resultado... La única regla que hay que respetar, es la que marca la muerte: el final de una persona llega de todas formas, por mucho que tú quieras evitarlo...

Nací un 23 de mayo, lunes para más señas, de 1970, en el seno de una familia rica, o como poco, bastante acomodada... Mi padre era investigador en un centro de terapia contra el cáncer, pero estaba acostumbrado a guardarse los sentimientos y sobre todo la frustración que generaba en él no haber podido salvar la vida de su madre... No tenía grandes vicios ni ansiedades lectoras o de conocimiento, y la suya era una habilidad desarrollada con el paso de los años... Su mayor virtud, sabía escuchar... Y jamás se oyeron gritos en casa... Mi madre trabajaba en Iberia, aunque siempre tuvo ganas de estudiar medicina... Mi abuelo siempre vivió con nosotros, y son los mejores recuerdos que mi hermana y yo conservamos de nuestra infancia...Los meses de julio y septiembre los pasábamos en una casita del barrio de Canillejas, pero en Agosto, era la peregrinación familiar hasta la playa...

¿Y qué puedo contar de mí, en aquellos primeros años? Yo era un chico alto, rubio, fuerte, con los ojos muy azules, y el corazón muy grande... Inspiraba confianza, sobre todo en los primeros años del Instituto, donde un par de peleas bien ganadas contra los malotes de turno consiguieron que yo fuera el más malo entre los malos... Mis resultados académicos no eran del todo buenos... pero tampoco es algo que me preocupase en demasía... Los deportes, sobre todo la natación y el fútbol (todavía se recuerdan mis proezas como portero),  eran los mejores momentos de toda la semana... Me convertí en un líder nato a los 13 años, con el típico estirón... y aprendí a controlarme gracias a las artes marciales, en las que alcancé un gran nivel...

Una muestra de mi liderazgo y de mis dotes de negociación fue que, desde los trece a los dieciocho años, siempre fui elegido representante de la clase... Con los profesores, me mantenía en un plan de sana camaradería, y me iba de farra con un par de ellos, o por lo menos a comer en los últimos años del instituto... Pero mi pasión eran las mujeres... Verlas, y no solamente eso... Y tenía mucho éxito... Con mi buena planta (frisando el metro ochenta a los catorce años), nunca me faltaba compañía femenina... Hice el amor con una compañera de clase, en su casa, a los quince años, mientras me daba clases de matemáticas... aunque siempre respeté las reglas de oro: cortesía, amabilidad... y preservativos... Sin embargo, no apreciaba a las mujeres, eran meros objetos de deseo...y cuando conquistaba una, me iba por la siguiente... Nunca tuve una mujer a quien amase de verdad... pero era un sacrificio que estaba dispuesto a hacer...

Mi hermana mayor, una auténtica belleza de inmensos ojos negros y melena hasta la cintura, fue la más rebelde de la familia, y abrió camino en muchos campos: desde la forma de vestir (tremenda su etapa de gótica), los horarios para ir de copas, incluso las recompensas monetarias por hacer las labores de la casa... Siempre ha sido mi apoyo... Mis padres y mi abuelo me permitieran todos los caprichos: campamentos de playa y de montaña, largas estancias en el extranjero... Pero mis padres casi nunca me llevaban de viaje, y me quedaba en Madrid, con mi abuelo, y mis amigos... Cosas de la adolescencia, me dio por vestir más lo más opuesto posible a la voluntad de mi padre... aquellas noches de jueves por Malasaña, con la mejor estética heavy... las borracheras.... la cerveza... algunos porros.... y mujeres...

En la playa con mis primos y primas
En la familia, quitando la lectura de los periódicos y de las revistas, no teníamos una costumbre lectora, si no contamos el Vademecum de mi padre y los crucigramas... Mi abuelo, cuando se jubiló, dejó de leer... Los únicos libros que entraban en casa eran los que nos regalaba la familia, una larga retahíla de primos, tíos, sobrinos, tan grande que las cenas de Nochevieja y de Navidad las celebrábamos casi siempre en un restaurante... porque no cabíamos en ninguna de las casas... Con tanta familia, la "operación vacaciones de agosto" era un viaje iniciático, con todos los miembros repartidos en los distintos coches, hasta llegar a Cullera, donde teníamos pisos colindantes, en primera línea de playa... 

Mis primos, y sobre todo algunas de mis primitas, se han convertido en los mejores aliados que puede soñar un gamberro como yo... majo, pero gamberro... Casi nadie se atrevía a salir de casa el día de los santos inocentes, puesto que nuestro sentido del humor era bastante peculiar... Me encantaba el verano, aquellas largas tardes y noches al borde del mar... y muchas veces lamenté que algunas de las diosas que se tendían delante de mí, para capturar el último rayo de sol, fueran precisamente mis primas... aunque al final, estuve saliendo una temporada con una de ellas, Marianella, porque eramos primos circunstanciales... Pero no seguimos juntos, una vez que terminó el verano...

Terminé pues sin pena ni gloria el instituto, y comencé los estudios de periodismo en la UCM... Allí, pude encontrarme con personas muy parecidas, cuya finalidad era... estar el mayor tiempo posible en la cafetería, fingiendo que estudiaban, y jugando al póker... Gracias a la ayuda de Carmen, una compañera y amiga desde el primer año, me fui corrigiendo, estudiando un poco más... El golpe de suerte fue la beca de prácticas del diario ABC, que conseguñi en tercero de carrera, y que me permitió establecer buenos contactos... para el futuro... He tenido la suerte de saber moverme bien, aprovechar las oportunidades que me presentaba la vida... incluyendo la dichosa mili... Durante varios años, mientras seguía estudiando en la facultad y preparando la tesis doctoral (obtuve un Summa Cum Laude), conseguí compaginarlo con las milicias universitarias, por lo que en el año 1995 había terminado... Y seguí adelante con mi vida...

No, no he conocido a una mujer especial... sigo soltero... pero con derecho a roce... Quemo la energía sobrante en el gimnasio, haciendo pesas... bueno, y bailando: soy un gran bailarín, al menos eso decía mi profesora, Vicky... Una hermosura de mujer, con quien mantuve un apasionado romance durante varios meses... 

Ahora, estoy viviendo en un pequeño piso de soltero, en Málaga, trabajando para varios medios digitales... y de vez en cuando hago un viaje a Madrid, para ver a mi madre y a mi hermana... Todos hemos conseguido superar la muerte de mi abuelo y de mi padre... y la vida nos sonríe... Quien sabe, igual consigo encontrar en esa hermosa ciudad al borde del océano una persona especial, que me haga sentir el deseo de sentar la cabeza... pero de momento, me basta con Dartacán, mi galgo negro adoptado... Aunque tengo demasiado vivo el recuerdo de aquella chica, la hija del mejor amigo de mi padre, con quien compartí muchos momentos hermosos...

Esta ha sido mi historia del "NO"... Igual te apetece contar la tuya...

martes, 1 de febrero de 2011

Adiós, querido cine, adiós...

Con algunos cines de barrio, sucede lo mismo que con los padres: te acostumbras a verlos todos los días, a que sean una parte importante de tu vida, a sentir cosas, a soñar... Y, de repente, cuando se esfuman, te notas mucho más solo...

El viernes fue un día triste para el barrio de Ciudad Lineal, puesto que desapareció el último cine, en este caso un multisala, ubicado en el Centro Comercial Alcalá Norte... Es cierto, ir al cine se ha convertido en un pasatiempo muy caro, no solo por el precio de las entradas, francamente abusivo (8 euros), sino por los complementos, es decir, la inevitable ración de palomitas (8 euros), la botella de agua mineral (2 euros)... Pero sigo teniendo muchos recuerdos agradables asociados a esas salas...

Mi mujer y yo hemos pasado muchas horas en aquellos cines, en casi dos años, solo hemos acudido a otras salas en un par de ocasiones, y siempre por haber quedado con otros amigos a quienes les venía mal desplazarse, o por combinar la sesión con algún placer gastronómico, por ejemplo, un chocolate con churros, o unas tortitas con nata...

El cine, sobre todo en pantalla grande, tiene una magia especial, es una comunión con lo mejor o lo peor de nosotros mismos, un ritual que se remonta al principio de los tiempos... o como poco, a la salida de los empleados de la fábrica, que grabaron los hermanos Lumière... Cuando yo era niño, ir al cine con la familia, casi siempre los domingos en la primera sesión, aunque la película casi siempre la escogía mi padre... Eran los tiempos de las grandes salas, de los programas dobles, algunos maratones temáticos (como ver tres películas de "Mad Max")... Aquellas excursiones familiares, en las que casi nunca participaba mi abuelo, se convertían en lo mejor de toda la semana, en la perfecta excusa para olvidarte del presente y del pasado... y no pensar mucho en el futuro... También surgían pequeños conflictos a la hora de escoger la película, sobre todo cuando mi hermana y yo nos hacíamos mayores, y queríamos imponer un poco nuestros criterios... Al final, incluso esta actividad fue abandonada, al menos en grupo...

Yo solía ir con mi amigo Jose (épica proyección de "Torrente", a la que asistimos completamente empapados por la lluvia), pero hubo otras sesiones igualmente memorables, que se quedan asociadas a ciertas personas... Con Sophie, vimos juntos "Star Treck V", un pase privado en La Vaguada, durante las pellas de Latín... Con Fernando, la locura: el Festival de Cine de Donosti, quince películas en cuatro días, incluyendo "Pulp Fiction")... Con Ruth, "Jerry Mac Guire", que la vimos empezada... Belén se identifica con "Estallido", posiblemente no sea la peli romántica por excelencia... Mi hermana y yo disfrutamos mucho con "Gremlims", o con "ET"... Mi padre era grandilocuente incluso para el cine: su película es "Lo que el viento se llevó"... Y la de mi madre sería "Solas" o "Volver"... Para mi abuelo, escogería "Historias de la radio", o "Calabuch"... Con mi mujer, he ido mucho al cine, por supuesto más veces de solteros, sobre todo porque el cine se ha encarecido mucho... aunque me he tragado, estoicamente, la última de Harry Potter...

Todo esto, para deciros que ha muerto el "Cinebox Alcalá Norte"... cuya desaparición ya estaba cantada hace muchos meses, por la falta de público... Y que ha seguido la estela de tantas otras salas, como el mítico cine "Velázquez", y otros muchos, tanto en la almendra central como en la periferia... Con el VHS se pensaba que el cine desaparecería, pero los más agoreros se equivocaban... Con el DVD se pronosticó el fin del VHS, y se ha cumplido... El Blu Ray se supone que terminará con el DVD...

Pero serán los propios cines, con sus precios abusivos y sus complementos los que terminarán con las salas de cine en el centro de Madrid... más todavía que los "screeners", los programas de descarga de películas y los piratas...