jueves, 10 de febrero de 2011

CORAZÓN DE ESCRITOR...

Vuelven una vez más los sueños, siempre imposibles, a percutir contra las paredes de mi corazón... Regresan las voces del pasado, y sus palabras se convierten en promesas de amor... Romances imposibles, versos que jamás escribí... y sobre todo, palabras que jamás pronuncié... Vivo muchas veces preso entre dos tiempos, entre dos momentos, y entre dos caras de una misma realidad... Es cierto, los mundos de tinta, que comparto contigo, son a veces más importantes que la propia vida, pues gracias a ellos exploro mil y una enctrucijadas temporales... que en el fondo, se resumen en una sola historia, en un principal requisito: amar y ser amado...

A veces me torturo con futuribles, pues a los 40 años ya tengo bastante identificados los puntos troncales de mi vida, aquellos en los que podría haber adoptado un rumbo distinto, y casi seguro, con un resultado más feliz... Sé que no vale de nada, que los tiempos pasados no se pueden cambiar, y que en cierto sentido, prefiero que sea así... No conseguí nada en el mundo del periodismo, ni en la radio ni en la prensa, que la televisión también la conocí varios meses, pero en el fondo, no me gustaron... No supe moverme como es debido, ni aprovechar las oportunidades que tuve... y de todas formas, al recordar mis tareas en aquellos meses y años, no tengo la certeza de si habría "dado la talla": soy una persona bastante discreta con mi vida y con mi trabajo, y respeto las distancias... Solo cuento aquello que me apetece contar... y cultivo la "auto-ficción"...

Estudié periodismo por vocación, y he aprovechado las oportunidades (becas o master) lo mejor que he sabido, y posiblemente dejé escapar mi mejor opción cuando terminé el Master de RNE... Es historia antigua, lo sé... pero sigue doliendo... Añoro los meses en la radio, en la sección de Local, trabajando para Maria Jesús Cañellas, y con locutores profesionales y técnicos de sonido profesionales y altamente cualificados... También recuerdo con cariño los informativos de Telemadroño, donde aprendí tantas cosas, desde organizar un archivo hasta gestionar una entrevista, o preparar "rellenitos" con imágenes de archivo... Durante varios años estuve tratando de encontrar mi sitio en el periodismo de Madrid, enviando currículos, acudiendo a entrevistas, mientras que realizaba la tesis doctoral... que nunca terminé...

Sin embargo, cuando enchufo la tele y hago "zapping" por los distintos canales después de comer, no encuentro programas atractivos, porque en ellos predominan el cotilleo, el "famosismo" y el sensacionalismo sobre el periodismo auténtico... Y no me gusta ir persiguiendo por las calles a los famosos y famosillos de turno (si es con una cámara de televisión al hombro, menos aún), ni involucrarme tanto con algunos partidos políticos que tus crónicas son mera propaganda electoral... Cuando veo programas como "Madrileños por el mundo" o "Españoles por el mundo", recuerdo viejos sueños, otros tiempos y numerosos viajes con mis padres... Pero está claro que no todo el mundo puede convertirse en reportero viajero... También escucho la radio por la noche, algunos programas también me hacen soñar...

¿Por qué abandoné el periodismo? No sé, quizás la pregunta sería ¿por qué el periodismo me abandonó a mí? O bien ¿por qué seguimos atiborrando las aulas de las facultades de periodismo, cuando el índice de paro técnico (personas que jamás se ganarán la vida en esa profesión) es superior al 85 %?¿Por masoquismo, por cultura general, por estudiar algo "fácil"?

¿Y después? Después de unos cuantos años, demasiados en todo caso, de recibir hostias por todas partes, de pasar de un trabajo malo a otro peor, de agobiarte por estar desperdiciando el tiempo, y tu vida en general... Descubres que entre amores, sentimientos, pérdidas, dolores, decepciones, ilusiones, soledades... hay algo que late en ti... algo que quizás siempre llevaste dentro...

El corazón de un escritor, que ruge, ama, llora, sueña y vive...

Y sigue buscando su camino... y su verdad... entre los mundos de tinta y la vida real... Gracias por acompañarme de vez en cuando...




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