sábado, 31 de julio de 2010

CERRADO POR VACACIONES


Me parece muy raro poder colgar este cartelito en el blog, después de tanto tiempo escribiendo, de tantas historias, y quizás de demasiados proyectos...
Mi neurona está recalentada, y por eso voy a aprovechar estos días para desconectar de verdad, leer, dormir, bañarme, recargar pilas al borde del Mediterráneo, y quizás algunas cosas más, todas ellas lúdicas y relajantes, como hacer castillos en la arena y volar una cometa...
De todas formas, estaré (más o menos) en estas coordenadas: 38.58 N, 0.11 O.
Cordiales maullidos de vuestro hombre de tinta...

viernes, 30 de julio de 2010

LA SERPIENTE...



Vivo entre tus sueños, y cada noche, te visito, y te busco en el limbo... A través del azogue del espejo, voy reptando, cuando duermes, primero sobre cerámica y gres, luego cálida madera, alfombras...

Y al final, llego a los pies de tu cama, con baldaquino de madera de boj, y subo por las columnas torneadas, para verte desde arriba, espléndida...

Yaces sobre las sábanas de raso azúl,
tu bello, espigado y flexible cuerpo, siempre deseado, siempre desnudo, pues no soportas pijama ni camisón... Hoy, te ofreces por completo ante mí, con escasos retazos de tela en tu ingle, pero tus frescos pechos al descubierto... Cuando me he cansado de mirarte, desciendo, y me arrastro por la cama, y mi lengua sensible te saborea por completo, y finalmente, me hago un buruño en tu regazo... Y allí me dormiré esta noche, sintiendo el calor, los latidos de tu corazón, y tal vez un furtivo jadeo...
Mañana te despertarás de nuevo con la impresión de haber tenido un extraño sueño, de haber notado una presencia observándote en mitad de la noche, incluso el roce de un reptil en tu cama, entre tus sábanas... Pero dirás lo mismo de siempre, que es un sueño, una pesadilla... Que se repetirá, te lo aseguro, dentro de un par de días, como muy tarde la próxima luna llena...
Quien sabe... tal vez incluso vengas a contarme lo que te ha pasado, lo que te está pasando últimamente, las extrañas sensaciones en mitad del sueño, los sofocos, incluso los momentos en los que te excitas tantísimo (una lengua bífida puede ser extremadamente útil en ciertas ocasiones, para dar placer a una mujer hermosa...), sin motivo aparente...
Y entonces yo, tu mejor amigo, el más fiel, el más comprensivo, aquél que te hace sentirte protegida, en cuyos brazos siempre alcanzas consuelo, porque incluso parece que le da "corte" estrecharte un poco más fuerte de lo habitual... estaré allí para consolarte...
Aunque en pocos días, repito, volveré a pasar la noche contigo...
Nunca pensé que durante un viaje astral fuera posible disfurtar tanto del sexo... Ni que se pudiera cambiar de cuerpo... Y como serpiente, con todos los miles de terminaciones nerviosas, puedo sentirte hasta extremos que un hombre jamás podrá hacerlo... Aunque en ese campo, también quiero hacer cambios: ya me he hartado de no disfrutar del sexo contigo... y de que no me veas como hombre, sino como amigo...

Y SACIARÉ MI SED...



Te ríes como una chiquilla al sentir el azote, fresco e histérico, del agua, y por un momento, se diría que es ella quien se ríe... Hace tanto tiempo que no te veía tan feliz... Y me gusta verte así, tan hermosa, tan confiada, y con tantas ganas de apurar cada instante de vida...
Sé que no podrá durar mucho más tiempo, que de manera inevitable, la realidad terminará imponiéndose, con los fantasmas cotidianos y los monstruos desconocidos; con todos sus problemas y misterios...
Pero de momento, prefiero dejar que todo se lo lleve el agua (familia, amigos, problemas, trabajo, agobios, presiones, expectativas...) y seguir en medio de este río embravecido, gobernando la canoa lo mejor posible, y mirándote... Tienes el vestido tan empapado, que forma un buruño al comienzo de tus largas, larguísimas y hermosamente torneadas piernas... Cuando al final te canses y te pongas en pié, seguro que podré ver incluso tus relieves más secretos, con la blanca tela pegada a ti como una segunda piel... Y solo de pensarlo, me está entrando sed... Quiero beber toda el agua, recorriendo con mi ansiosa lengua todo tu cuerpo... Quiero saciar mi sed en ti... Y por eso, llevaré la barca de vuelta al muelle... y, después de amarrarla, te tomaré en mis brazos... Y te depositaré sobre la manta, en mitad del prado... y saciaré mi sed... lamiendo tu cuerpo... y escurriendo tu empapado vestido sobre tus pechos...

jueves, 29 de julio de 2010

ROMÁNTICOS ANÓNIMOS



Me gustan las historias de amor, no puedo evitarlo, soy un romántico empedernido... Me entran ganas de llorar cada vez que vuelvo a ver "Ghost", "Carta de una desconocida", "City of Angels", "Mas allá de los sueños", "¡Qué bello es vivir!"... Y, aunque algunas de ellas me las sé prácticamente de memoria, porque las veo casi todos los años, me sigo emocionando y, como diría una amiga de mi madre, "se me pone cutis de ave"... y, si estoy solo, casi siempre asoma alguna lágrima...


Sin embargo, a mi mujer, muchas de ellas la dejan indiferente... Prefiere sus pelis de terror, de esas que yo no aguanto, de fantasmas y cosas extrañas, de maldiciones, y con unas carátulas tan bien hechas, que me provocan una repulsión visceral solo con tocarlas... Siempre le digo que su parte de la estantería chorrea de sangre y de vísceras... aunque es precisamente lo mismo que ella argumenta sobre mi colección de películas bélicas, o mis documentales sobre la Segunda Guerra Mundial... Menos mal que entre los dos extremos, queda un amplio margen, para las películas de acción, intriga, de época, dibujos animados, animación... Y si no conseguimos ponernos de acuerdo para ir al cine juntos, siempre podemos recurrir al videoclub de la esquina...
Es curioso, en una época en la que todo vale en el cine, que se aprueba cualquier argumento a la hora de filmar una película, con multitud de subvenciones, se está tirando demasiado de las secuelas, las precuelas y las adaptaciones de películas extranjeras: si una historia funciona bien y genera beneficios, hay que explotar el filón hasta que se agote, alargando las tramas hasta lo más absurdo, y sin que importe poco o nada la calidad del producto, su verosimilitud...
Pero no es momento más adecuado para hablar de cine... prefiero hablar de sentimientos, que me parece algo más interesante... Vivimos demasiado rápido, demasiado pendientes del éxito o el fracaso laboral, de las manifestaciones físicas del triunfo monetario (coches, casas, mujeres operadísimas...), de conseguir más bienes en el menor tiempo posible... y al final, dejamos de lado lo que debería ser más importante: los sentimientos... No solo eso, sino que parece más vergonzoso admitir que te emocionas con cualquiera de las películas que he mencionado antes, que comentar que te pones "hasta el culo" de cubatas todos los fines de semana, y que la última vez que te fuistes "de farra con los colegas", terminaste potando en los zapatos de tu novia...
Decir que "eres un romántico empedernido" en mitad de una reunión social, puede generar el vacío a tu alrededor: de repente, las conversaciones cesan, o en todo caso, disminuye el volumen... Las chicas que te rodean, parece como si te mirasen con otros ojos, quizás incluso se interesen un poco más por ti... Y los chicos... bueno... parece que se apartan un poco de ti, como si hubieran visto al demonio, y muchas veces empiezan a poner en tela de jucio tus preferencias sexuales... Tal vez sean precisamente los gays y las lesbianas quienes mejor aceptan tu revelación, porque de todas formas casi siempre han sufrido un momento similar en algún momento de su vida... Son demasiados los "machos españoles" que andan sueltos por el mundo, presumiendo de su "fortaleza", y hablando de "cosas de tíos", que sin embargo llegan a emocionarse por la música del anuncio de un coche, o cuando sale en pantalla una mujer abrazando a su hijo, o en los momentos más inesperados (por ejemplo, con el final de "Doce del Patíbulo", la peli romántica por excelencia para muchos hombres)...
Como esto siga así, como se siga enseñando en las escuelas que el romanticismo es algo malo, que no podemos sentir, pues es contraproducente con las necesidades y las exigencias del mercado laboral, termiranemos llegando a la estigmatización de los sentimientos... Igual que en la Edad Media desfilaban por las calles de toda España largas listas de presos, ataviados con la túnica del penitente o del hereje; o cuando los nazis obligaban a los judíos a lucir sus estrellas amarillas ( y de otros colores para los homosexuales, los presos políticos, los agitadores...) como marca indeleble de aquello que los diferenciaba de la sociedad; igual dentro de algún tiempo se inventa un símbolo para indicar que es mejor no acercarse a una persona, porque se atreve a sentir... por ejemplo, un pin con una rosa lacada en rojo... o un clavel blanco en la solapa...
Del mismo modo en que funcionan en casi todo el mundo las reuniones de Alcohólicos Anónimos, tal vez terminarán celebrándose, de manera completamente clandestina (por ejemplo, en los sótanos de algunas iglesias, en bibliotecas públicas fuera de horario, o en determinadas zonas de los grandes parques) las reuniones de Románticos Anónimos... Como es lógico, se empezaría el encuentro viendo un pequeño fragmento de alguna película romántica; o bien escuchando alguna canción prohibida (como "La Vie en Rose", "Te quiero", "Al partir", "Al alba", "My way"...); incluso leyendo algún fragmento de una obra de teatro, una rima de Bécquer; para después, comentar el efecto que produce en los asistentes, casi todos ellos hombres, pues de todas formas, al ser "el sexo fuerte", tienen más problemas para manifestar sus sentimientos... Los recién llegados se levantarán de sus sillas, para presentarse con una pequeña frase: "Me llamo X, y soy un romántico empedernido...", que encontrará su eco en frases muy conocidas: "Te queremos, X"... "No estás solo, X"... Y cuando regresen a la grisura de sus trabajos y de sus vidas, aquél rato que han pasado, quizás no exactamente con amigos, pero desde luego con personas afines, se convertirá en lo mejor de la semana...
Creo que no hace falta llegar a determinados extremos... Pues la vida es de por sí demasiado triste para andar negando que tenemos sentimientos... Y sin cosas tan "sencillas" como el amor, la pasión, la estima, el afecto, la emoción... Si nos negamos a nosotros mismos la posibilidad de ser libres, de expresar el cariño que sentimos hacia otra persona... Si aceptamos el sacrificio de todas aquellas cosas que, en el fondo, nos hacen más humanos... Igual nos encontramos con que la vida, tal y como la conocemos, no merece la pena ser vivida...
¡Alzad vuestras voces con poemas de Neruda! ¡Cantad en la ducha temas de Nino Bravo! ¡Tallad corazones en la corteza de los árboles! ¡Dibujadlos en las paredes! ¡Regalad flores y bombones sin motivo! ¡Besad a vuestra pareja en la calle! ¡Románticos Anónimos del mundo... que se oiga en todas partes vuestro rugido!

sábado, 24 de julio de 2010

NADA QUE PERDER


No recuerdo demasiado bien cuando me di cuenta, por primera vez, del extraño sentimiento que estaba naciendo en mi pecho... La respiración se me acelera cuando pienso en ti, y casi juraría que mi corazón late con más fuerza si estás a mi lado... Pero lo que más me sorprende es el cambio, gradual, que se ha ido produciendo en mí, durante los últimos meses...


Es cierto, somos amigos desde hace décadas, hemos pasado juntos por multitud de pequeñas pruebas: amores confusos que sin embargo nunca nos han unido como pareja, decepciones y tristezas, desengaños y alegrías... Tantas cosas, y sin embargo... sin embargo, siempre han existido unos límites muy claros entre el "quiero" y el "puedo"... entre el "deseo" y la "realidad"... Pero creo que ha llegado el momento de romper las barreras, tender los puentes que me pueden acercar a ti...


Por eso te he llamado por teléfono, y te he propuesto que hiciéramos una sesión de fotos, justamente aquél domingo en que España se lo juega todo en las finales del mundial... Tú, como futbolero empedernido, es evidente que podrías haberme dicho que no... aquella ha sido, en cierto modo, la primera prueba de tu interés por mí...


Estoy nerviosa... Aunque he tenido algunas experiencias sexuales extremadamente placenteras durante estos años, va a ser la primera vez que me desnudo delante de ti... Eres un fotógrafo de reconocido prestigio, y durante todos los años que te has dedicado a la profesión, estoy segura de que habrás conocido a muchísimas mujeres más hermosas que yo... pero algo me dice que me estabas esperando...


Es una sensación muy extraña, sabes... El ser plenamente consciente de que esta tarde, con casi total seguridad, se va a cumplir uno de tus más inconfesables deseos: el verme desnuda delante de ti... Antes de acudir a la cita, me he pasado casi toda la mañana con los últimos retoques: mascarillas exfoliantes, crema hidratante perfumada por todo el cuerpo, un toque de anti-ojeras, darle un repaso a mis ingles, completamente depiladas, elegir un minúsculo tanga del mismo color que mi piel bronceada... Incluso he cogido el mismo albornoz con el que, hace muchos años, me sorprendiste al salir de la ducha en casa de Amparo, aquella tarde que habíamos quedado los tres antes de estudiar...


Estoy bastante segura de mí misma, Pablo, sé que el paso del tiempo me ha tratado bien, y recuerdo tus fugaces miradas cuando coincidimos en el spa hace un par de meses... No podías quitarme los ojos de encima, lo sé... Aunque también es cierto que yo me encontraba en la misma situación... Ese flequillo rebelde que caía sobre tu cara, tapándote parte del ojo izquierdo... Tu cuerpo, fuerte pero sin resultar agresivo... Los abdominales bien definidos... Y me sorprendió mucho comprobar que te depilabas las piernas... nunca lo habría imaginado de ti...


Como tampoco supuse que me costaría tanto salir de detrás del biombo, vestida exclusivamente con el albornoz... y el minúsculo tanga... Y sin embargo, el té de jazmín que compartimos al llegar a tu estudio, la música, suave (creo que era "Café del Mar"), y sobre todo tu voz, suave y profunda a la vez, consiguieron que me relajase... Como recuerdo tu fascinación por Marilyn Monroe, he practicado algunas veces (vale, más de veinte) frente al espejo la forma más adecuada de dejarlo caer a mis pies, sacando el máximo partido de mis hermosos pechos (quizás un poco pequeños para mi gusto, pero creo que una 95B tampoco está mal), y dejando que resbalase perezoso por mis piernas, terminando hecho un rebujo a mis pies...


Tu voz, y sobre todo tu manera de mirarme, han conseguido que me sintiera cómoda contigo, y por eso, durante casi dos horas, hemos formado parte de un extraño círculo de confianza... porque de todas formas, yo no tenía nada que perder... ni nada que esconder... Aunque me he decidido a tomar la iniciativa casi al final del circuito que, amorosamente, habías preparado para mí: al subir al taburete, porque me ofrecía la ocasión perfecta para jugar mis cartas de manera sincera...


Es cierto, mi intención al concertar la cita era, por encima de todo, el demostrarte mi amor por ti, conseguir que se derribase por fin la última barrera... aunque durante nuestras lecciones de tango de los jueves, creo que has llegado a conocer muy bien mi cuerpo... Por eso, cuando has terminado la que, sin tú saberlo, sería la última foto de la sesión, te he dicho, con la voz un poco ronca... "Si quieres, puedes besarme..."


Tu reacción ha sido más o menos la que yo esperaba... Y no deja de tener un poco de gracia la manera en que te has tratado de sumir de nuevo en la rutina, haciéndome fotos incluso cuando, al bajar del taburete, he desatado los cordones del minúsculo tanga, ofreciéndome por completo a las caricias de tu cámara... Incluso he pensado, por unos momentos, que quizás me había equivocado, que la mirada de deseo del spa y de las clases de tango era un error, una fatal metedura de pata por mi parte... Y el espacio parecía dilatarse mientras me iba acercando a ti...


Pero luego, cuando te he besado, cerrándolos ojos, decidida a por lo menos obtener aquél trofeo antes de dar media vuelta... Tus labios se han abierto como una flor con el amanecer, y tu cuerpo ha respondido a los deseos del mío, al abrazarte... Hemos terminado abrazándonos en la gran cama redonda, con sábanas de lino, que utilizas para algunas de tus fotos... Y en el preciso momento en que La Roja se proclamaba campeona del mundo, nuestros gemidos se han alzado al cielo...


viernes, 23 de julio de 2010

NADA QUE ESCONDER...

"Estoy segura de que puedes hacerme un book de fotos hermosas...", me dices, una tarde de viernes... "Nos podemos poner a trabajar juntos, yo con mi cuerpo, y tú, con tu mirada, con tu cámara que acaricia mi piel..." ¿Y cómo iba yo a negarme? Daba igual que yo tuviera planes para ese domingo, cuando España se jugaba el ser campeones del Mundo de fútbol, ni que hubiera quedado con los amigos para ver el partido en casa de Isidro, con su enorme televisión de plasma... Estabas tan segura de ti misma, de la fortaleza magnética de tu presencia, que ni siquiera me lo preguntaste...
Y aquí estoy, a las cinco de la tarde de un domingo de julio, con todo el estudio preparado, ajustando luces, espejos, focos, cámaras, aunque trabajo con soporte digital casi siempre, me gusta conservar negativos, y por eso el "back-up" lo hago con mi vieja Yashica Minister D... Todo está listo, y solo me faltas tú, como decían los Hombres G...
Estoy nervioso, lo reconozco, porque en el fondo, llevo años preparando esta sesión contigo... Estudiando el lenguaje secreto del cuerpo, de la luz y de la sombra, empapándome de Man Ray y de Salgado, mis dos ídolos, junto a Robert Cappa... He perdido la cuenta de los desnudos que he fotografiado, de las mujeres que han ido desvelando, poco a poco, sus secretos delante de mis ojos... "Los desnudos más elegantes y sugerentes del año", ese fue el premio que me entregaron el año pasado los representantes de la asociación de fotógrafos iberoamericanos...
Sigo pensando que el único truco es distinguir los límites del erotismo: resulta más hermoso insinuar que mostrar directamente, por eso, y sin importar aquellas partes del cuerpo que queden al descubierto entre foto y foto, deseo mantener un aire casi asexuado con todas mis modelos... Es cierto, tengo mis preferencias: me gustan las mujeres menudas, de largo pelo negro azabache, labios turgentes, pechos firmes, cintura proporcionada, nalgas firmes, piernas largas... Por lo que en cierta manera, a través de todas aquellas mujeres, he aprendido a sacar el máximo partido de tu belleza... Tal vez por eso estoy esperando con tanta ilusión que vengas esta tarde a mi estudio... Y al mismo tiempo, una secreta inquietud me perturba...
Ya lo tengo todo preparado... Desde el biombo de lino para que te cambies, hasta los percheros para que cuelgues tu ropa... También está listo el "atrezzo": el sillón de orejas, la cama de uno cincuenta, los taburetes, las sillas, la chimenea encendida... medio estudio dedicado exclusivamente a crear un entorno cálido... para amparar precisamente el secreto de la desnudez...
Sí, en efecto, soy un fotógrafo de desnudos femeninos, y aunque me lo han propuesto, jamás he aceptado fotografiar a un hombre... En todos estos años, decenas de mujeres, unas veces solas, otras con algún ayudante que ha permanecido en la salita, tomando un café, han ido desvelando suavemente sus secretos... Erotismo naïf, llámalo como tú quieras...
Pero de todas formas, hoy, cuando has llamado a mi puerta, puntual como los trenes italianos, con ese ligero vestido de verano, el pelo suelto sobre los hombros, casi sin maquillaje, con tus sandalias de cuero anudadas al tobillo, una pequeña bolsa de lona al hombro y tus profundos y sonrientes ojos negros... cuando te has acercado para besarme, y has rozado mis labios... y me has acariciado el cuello, preguntándome, en todo burlón, si estaba listo... mientras seguías tu camino... me he quedado sin palabras...
¡Por los dioses del Olimpo, que nunca he visto una mujer más hermosa! ¡Por Afrodita, que esta sesión es la más importante de mi vida! Y sin embargo, cuando has salido de detrás del biombo, con un albornoz de rizo blanco (que seguramente traías en la bolsa de lona), mi corazón se ha saltado un latido cuando has levantado muy lentamente la cabeza y, en el mejor estilo de Norma Jean Baker, me has lanzado un beso... Cuerpo de mujer tanto tiempo amada y deseada en silencio... Amiga distante que derriba las últimas barreras... Cortejo silencioso de la exposición del cuerpo... Diosa que se muestra en su gloriosa sencillez...
Si no fuera por la cámara, porque no me atrevo a mirarte directamente a los ojos mientras te voy impartiendo instrucciones precisas, y tú respondes con languidez... Si no fuera porque me repito constantemente "eres un profesional, eres un profesional..." igual terminaba cayendo en tus redes... En cierto modo, Carmen, eres precisamente como siempre te imaginé, desde tu largo cuello de garza (que me muero por besar), hasta la pequeña herida (artroscopia, me dices) en la rodilla derecha... y curiosamente, lo que más me fascina son tus manos (no son tan grandes como tú dices) y tus pies (con el dedo meñique izquierdo ligeramente doblado)...
Han pasado casi dos horas desde que empezamos la sesión, y hemos trabajado sin parar... Más de doscientas fotos digitales, y dos carretes en blanco y negro... Ahora, cuando prácticamente me conozco de memoria tu cuerpo, y si esto fuera posible, me tienes mucho más fascinado que hace diez años, cuando nos conocimos... Te has subido al taburete, sin mirarme apenas... ¿Será que te intimida mi presencia, después de tantas fotos? Tienes la cabeza ligeramente inclinada hacia atrás y a la izquierda, en una postura ligeramente extraña pero de todas formas fascinante... Y justo cuando acabo de hacerte la que tal vez sea la última foto, me dices, con esa voz ligeramente ronca que te caracteriza... "Si quieres, puedes besarme..."
Y yo me quedo sin palabras... Y te sigo haciendo fotos, me refugio en la cámara, aunque mi corazón late como un caballo desbocado... ¿Besarte, yo, que posiblemente mataría por ti? Y la cámara sigue recogiendo tus movimientos... Cómo te levantas, despacito, del taburete... Cómo te vas acercando a mí, con el primer paso, exhibiendo tu perfecta desnudez... Un momento capturado en el tiempo, cuando inclinas suavemente la cabeza a la izquierda, a un paso de mí... El primer plano de tu pecho izquierdo, con el pequeño lunar... Y de repente, estás a mi lado, me separas suavemente de la cámara y del trípode, y levantando con tu índice mi barbilla, me besas en los labios, y tu aliento, levemente perfumado por el regaliz, desciende por mi garganta...
Es cierto, tengo por norma el no acostarme jamás con mis modelos... En eso se basa precisamente mi éxito, en que soy capaz de actuar siempre con profesionalidad, de respetar la intimidad y crear un ambiente mágico... Pero contigo, Carmen, estoy más que dispuesto a hacer una excepción... Y aquella tarde de domingo, la terminamos, perezosos y sin ropa (al final, fuiste tú la que me desnudó, una experiencia que me gustaría repetir...), en la cama redonda con sábanas de lino... y mientras España entera celebra el gol de la prórroga, nosotros nos miramos, segundos antes de cerrar los ojos, y fundirnos en otro beso...

miércoles, 21 de julio de 2010

AQUELLA EXTRAÑA MAGIA



Acurrucarme a tu lado, y sentir que, en el fondo, nada más tiene importancia... Es uno de los pequeños momentos mágicos que vivimos de vez en cuando, si ni el trabajo ni otras "tonterías" nos quitan el tiempo necesario para que busques mi cuerpo en el sueño... Creo que podría acostumbrarme a esto, ¿sabes?

En vez de despertarme todos los días al filo de las seis de la mañana, y de un salto apagar los dos despertadores, mientras tú sigues durmiendo, y quien sabe si buscándome entre los sueños... En varias ocasiones, antes de levantarme, he colocado entre tus brazos mi almohada, y te has aferrado a ella, con fuerza, tal vez porque en ella encuentras mi olor...

Me gusta verte dormir, peque: de alguna extraña manera, pareces más hermosa, y más "tú" al mismo tiempo, como si en el sueño aflorase tu auténtico ser, aquella realidad que late entre dos mundos... Durante aquellos breves instantes, todo parece más sencillo; la vida, el trabajo, la convivencia, las concesiones, pierden importancia; y lo único que queda es aquél mágico "nosotros"...

Y entonces surge la gran pregunta... Si tan maravillosos son aquellos despertares con tus manos en mi cintura, y sintiendo tu suave respiración en la nuca... Si tan importantes son para mí aquellos momentos, cuando te miro, y recuerdo todo aquello por lo que hemos pasado juntos, cosas buenas y malas...

¿Por qué luego nos cuesta tanto recuperar aquella extraña magia, durante el resto del día?

¿Por qué saben distintos nuestros besos, cuando estamos despiertos?

martes, 20 de julio de 2010

TRES CORAZONES

Tres corazones latiendo a la vez... Supongo que para mí no hay nada más hermoso, que comprobar de qué manera se va culminando un trayecto que comenzamos hace tantos meses, de consulta en consulta, y muchas veces con la impresión de estar viviendo una de aquellas delirantes películas de Paco Martínez Soria, con el inevitable médico cotilla interrogándonos sobre la frecuencia y calidad de nuestros acoplamientos... ¡Por dios, si solo les falta colocar una cámara y un micrófono en nuestro dormitorio, para comprobar si hacemos bien los deberes! Aunque mejor no les damos ideas, que Gran Hermano siempre está buscando pretextos para invadir la intimidad de la gente...



Otra cosa que no consigo entender es por qué en todas las clínicas o centros de reproducción asistida, se empeñan en hacernos sentir bobos, estúpidos, incompetentes e incompletos... Que nosotros no somos mujeres, y por lo tanto, somos mucho más pudorosos, sobre todo a la hora de dar detalles sobre nuestras frecuencias y capacidades amatorias... Las de verdad, por favor, no las otras, esas de las que alardeamos con los colegas... Realmente, nos cuesta muchísimo hablar de nuestras intimidades, como por ejemplo, la media mensual de nuestras relaciones sexuales completas con otra persona, si somos como Speedy González o como la tortuga del cuento, o si nos quedamos fritos antes, durante o después del coito... Por supuesto, eso sin contar con la humillación suprema de tener que dejar una muestra de esperma sobre la marcha, para hacer un recuento de soldaditos... Cierto, es un tema que me toca muy de cerca, igual que a todos los demás varones que acuden con sus mujeres a las clínicas de reproducción asistida porque no llega ese hijo o hija que tanto añoran...
Y claro, es mucho más fácil empezar por el varón... No quiero entrar en detalles, pero no hay nada más deprimente para un hombre en esas circunstancias que entrar en un servicio cutre y cochambroso, con algunas revistas porno que mejor no tocas (la puntería a la hora de encestar en el tarrito brilla por su ausencia) y con una televisión del pleistoceno, sobre la que un cartel hecho a mano advierte: "peli porno"... Señores míos, en esas condiciones, es bastante difícil concentrarte en lo que tienes que hacer, en lo que esperan de ti... Como para que luego te digan que la muestra no está lo bastante fresca...
Menos mal que, según me han contado otros amigos, son muchos los varones cuyos soldaditos son malos, cobardes y mal hechos... salvo un pequeño porcentaje que se salva de milagro... Suelen echarle la culpa los expertos a los hábitos alimenticios, a las botellas de plástico reutilizadas, y a mil y una porquerías de la vida moderna: los calzoncillos de lycra, los vaqueros, la manía de llevar el móvil en el bolsillo del pantalón... Y supongo que con el paso del tiempo, la situación cambiará, ignoro si a mejor o a peor...
Pero hay una sola cosa que tengo clara: cuando por fin se logra el embarazo, cuando son tres corazones en dos cuerpos, te olvidas de todo... Ya os iré comentando el resto de la partida...

miércoles, 14 de julio de 2010

CALCETINES



"Hace calor", me dices, como explicación, cuando llego a casa... pero yo solo me fijo en tus calcetines a cuadros azules y blancos... Siempre te gusta sorprenderme con algo, un cambio, los días que libras, y me paso toda la jornada pensando en cual será la sorpresa de aquella tarde, si un par de entradas para ir al cine o al teatro, una reserva en un restaurante del barrio, quizás un paseo en barca por el Retiro, ver una película juntos, cualquier cosa que realmente nos apetezca...
Pero hoy, al llegar a casa, te encuentro sentada en el sofá, leyendo "Demián" de Herman Hesse, y sin moverte, ni casi alzar la vista, me pides que te haga una foto con la cámara digital, que has colocado sobre el aparador, y que "luego podrás acercarte un poco más...", me dices con tu más melosa entonación...
Y te hago caso... ¿qué otra cosa puedo hacer? Y retrocedo después, para mirarte a gusto, y recorrer cada una de tus curvas... fijarme en el tono de tu piel... tan sedosa y tan firme a la vez... en los contrastes con el viejo sofá que tanto te gusta... Y me pregunto cuál será la sorpresa esta vez... Y si los calcetines serán, tal vez, la única prenda que cubra tu cuerpo...
Aunque eso lo descubriré dentro de un momento...

LA TORTURA DE VERTE


Si pudiera decirte, contarte, todo lo que siento, cada vez que me mirabass, juguetona, con tu maravillosa sonrisa en los labios, con tus ojos inmensos que me hablaban de amor y de otras tonterías...


Si pudieras saber hasta qué punto transtornabas mi corazón, cada vez que te inclinabas hacia mí, y tu perfume, esa colonia fresquita se adentraba sutilmente en mis fosas nasales, enviando mil órdenes contradictorias al cerebro... O el efecto que tenía en mí contemplar tu cuerpo adolescente en perfecta sintonía con tu imagen de Lolita fatal...


Si pudieras adivinar hasta qué punto me hechizabas en mis sueños, y en mis vigilias... Cómo buscaba el calor de tu cuerpo cada mañana, en nuestra cama desierta, después de tu partida... Nos separamos sin un adiós, sin malas palabras... sin un "te quería"... sin un "te amaba"... Es cierto, fue algo que hicimos de común acuerdo, estableciendo incluso una custodia compartida para el gato...


Y sin embargo...


No consigo arrancarte de mi corazón... Ni de mi alma... Las paredes vacías, desoladas, de nuestro piso, bostezan y se lamentan en su desamor... y por tu ausencia... Lo peor de todo es que, una vez terminada nuestra historia de amor, te veo, todos los días, en el trabajo...


La tortura de verte, cada día... De respirar tu perfume... De hundirme en tus ojos... De buscar mis verdades en tu universo... De no recordar muy bien qué nos pasó, ni por qué nos separamos, ni siquiera cuales fueron esas ofensas y agravios que nos llevaron a esta situación... Y por más vueltas que le doy... no puedo concebir la vida sin ti...

martes, 13 de julio de 2010

PESADILLA EN LA COCINA


Lo sé... en el fondo, lo sé... Que estás allí, acechándome.... llamándome con tu voz hecha de mil y un recuerdos... Y me prometes placeres inimaginables.... Pero tengo que ser fuerte.... Porque ahora, si cedo, pierdo la batalla, y posiblemente la guerra... Por eso me siento delante del ordenador... Y lo enciendo... Y empiezo a escribir, un poco a modo de terapia... y otro poco, para olvidarme de aquello que me reclama urgentemente mi cuerpo... Quizás si logro estar escribiendo cinco o diez minutos seguidos, se me pasen las ansias... y conseguiré no pecar... Siempre me acuerdo de mi madre: ella asegura que "en esta vida, todas las cosas buenas o matan, o engordan o son pecado...". A mí, eso del pecado me da exactamente igual, ni tengo fe ni bandera, ni tan siquiera patria... Que maten, bueno, me da bastante igual, porque de todas formas, en algún momento todos terminamos siendo pasto de gusanos, o invitados de honor en la última barbacoa de nuestra vida, con estallido de cráneo incluido al reventar el cerebro... por eso nunca nos dejan quedarnos en el tanatorio cuando empiezan la cremación... se oye perfectamente un "pop" amortiguado... Pero eso de engordar... lo llevo mucho peor... Al cambiar de década, de repente mi cuerpo se ha empezado a modificar... Lo de tener más o menos pelo, me da exactamente igual, uno de mis actores favoritos, Yul Briner, era calvo de solemnidad, igual que el personaje estrella de "X-Men"... Pero lo del airbag, bueno, lo llevo muy mal... Siempre he sido un poco perezoso para hacer deporte, y supongo que hacer la compra en el Día y volver a casa empujando el carrito no es ninguna disciplina olímpica, aunque si prefieres hacerlo con bolsas, entonces sí que debería serlo... Y llevar un libro en la mano, o leer en el metro, tampoco será un gran esfuerzo... Mi mujer es muy sutil... vamos, ¡casi tanto como Atila y toda su corte celestial! Y me dice cosas como estas.... "¡Pero qué majo eres... si estás echando barriguita para que el gato esté más cómodo al dormir la siesta contigo!" O bien... "¡Qué ilusión... así, como sigas por ese camino, cuando yo me quede embarazada, podremos comparar barriguitas!" Eso, cuando no suelta expresiones lapidarias del tipo "¡Tiembla, nevera... que mi maridito tiene hambre!" Además, es mentira... No tengo tanta tripita, aunque es cierto que un incipiente flotador está comenzando a formarse... Y no es algo que me guste... Sobre todo teniendo en cuenta lo presumido que soy, y que no me apetece tener que estar metiendo tripa todo el tiempo en la playa o en la piscina... Por eso, he vuelto a hacer abdominales, poquitos, porque mi cuello no está para muchos trotes... y sobre todo, me he puesto a dieta... Ahora, no me río de mis compañeras de trabajo, cuando hablan de las dietas, de las tablas calóricas de alimentos, de ingerir por separado los distintos componentes... Yo estoy haciendo la famosa "dieta Himler": todo lo bueno y lo rico de esta vida, está terminantemente prohibido... Hoy me toca de comida, un filetito de pollo a la plancha sin sal, y 150 gramos de lechuga y un biscote; y para cenar otro filetito de pollo y 125 gramos de pasta hervida con un chorrito de aceite de oliva... Menos mal que nunca he sido de mucho comer, pues de lo contrario, me moriría de hambre... Pero lo que peor llevo son los dulces... o más bien el que me hayan privado de tantos y buenos amigos: los Bollycao, los donuts, los cuernos llenos de chocolate, las galletas Príncipe, las Oreo bañadas, los flanes que hace mi mujer, el arroz con leche de mi madre, los bizcochos caseros de mi hermana, la extraña tarta de queso con frambuesa que hace mi suegra, la horchata con fartons... Vamos, que para un goloso compulsivo como yo, me han quitado absolutamente todas las cosas que me gustan... Pero muchas de ellas las sigue tomando mi mujer... Se me hace la boca agua cada vez que la veo comerse un Donut relleno de chocolate... casi puedo notar su textura en mi boca... Bueno, y cuando me meto en el blog de mi amiga Xela, y empiezo a mirar todas sus recetas de postres, se me hace la boca agua... Por eso debo ser fuerte... Resistir a la tentación... Y no acercarme al armario prohibido, donde me consta que están guardadas todas aquellas cosas que no puedo comer... Y no me atrevo a entrar solo en la cocina, porque oigo los cantos de sirena de toneladas métricas de dulces y suaves sabores, las tabletas de chocolate negro con avellanas y nueces, los hojaldres a la miel... Tengo que resistir como sea... pero noto que dentro del armario prohibido, el enemigo me acecha... Y no sé si podré seguir siendo fuerte... ¡San Iker Casillas, ampárame! ¡Que solo llevo desde ayer haciendo dieta, y tengo pesadillas de dulces prohibidos!

lunes, 12 de julio de 2010

PODER TORTUGOSO



Hoy, como cualquier otro lunes, lo único que me apetece es que pase pronto... Incluso si me tengo que montar en monopatín para hacer que el tiempo avance un poco más rápido... Lunes de resaca deportiva, con gente berreando en la calle hasta altas horas de la madrugada, y oleadas de ruido y de calor abriéndose paso desde el averno hasta mis cansados oídos... Tres o cuatro horas, como mucho, es lo que he podido descansar... Y ahora, veo caras de personas que desfilan ante mí... Caras felices pero agotadas, que hablan de goles, de fiesta, de sueños cumplidos, del triunfo frente a Holanda en la prorroga...
Y yo me pregunto si a la fuerza tengo que poner buena cara... Y me resisto a hacerlo... Tengo demasiadas cosas pendientes... Algunas relacionadas con el trabajo... Relatos por escribir... Sueños por cumplir... Como para perder el tiempo... Con un deporte que no me gusta... Ni siquiera cuando era mucho más joven y jugaba en el instituto (bastante mal, por cierto)... Invoco pues al poder tortugoso, para que este extraño día termine antes...

martes, 6 de julio de 2010

MI QUERIDA AMIGA



En silencio, te miro, y una vez más, la Razón, esa zorra traidora, conspira contra mi, y los sentimientos, que se desbordan desde mi corazón, no llegan sin embargo a verbalizarse, y me quedo por lo tanto sumergido en un silencio culpable, demasiado lejos de cualquier esperanza, horizonte y posibilidad de salvación...
Me estremezco, al imaginar tantas cosas, mil ideas locas que percuten contra la Razón, y le arrancan, tras cada oleada de locura sentimental, un pequeño destello de lucidez, que desaparece, arrancado hacia las profundidades del mar de fondo que arrasa mi alma... Y sin embargo, al mismo tiempo, noto que me voy acercando a ti, aquella desconocida que me arrancó el alma, el corazón y la fe...
Tus ojos inmensos me miran desde la pantalla, casi siempre tristes, pero formidables en su desvalimiento, e invencibles en su terquedad... No te imaginas lo mucho que me gustaría poder arrancarte una enorme sonrisa... por ti, incluso superaría mi timidez y haría el payaso, solo por verlos titilar de felicidad, y saber que yo soy la causa de aquella súbita emoción, del olvido temporal de la tristeza en tu alma...
Es cierto, y me lo digo a mi mismo una y mil veces, estás demasiado lejos, representas demasiados factores desconocidos, pero al mismo tiempo estamos tan unidos... y de todas formas, yo también represento al menos las mismas incógnitas para ti... aunque muchas veces tengo la impresión de que ya nos conocemos demasiado bien... Puedo sentir incluso el calor de tu mano, tibia, contra mi nuca, cuando escribo estas tristes palabras, que mienten o dicen la verdad, según lo mires, sobre aquellos sentimientos que me destrozan...
El amor, ese extraño que nos ayuda a vivir, que nos da alas y vientos de tormenta y arcoiris tras la lluvia... y esperanza... pero que también nos trae miles de lágrimas y cientos de desengaños y noches de morder el hielo... Ni te imaginas la cantidad de veces que me he repetido hasta qué punto nuestra vida podría haber sido distinta, al menos los últimos años, si nos hubiesemos conocido antes, si hubiéramos estado más cerca tanto espacial como temporalmente... Si tú te hubieras enamorado de mi...
Pero todo esto no son más que futuribles, vanos lamentos del alma dolida, por lo que en el fondo no deja de ser más que otra fantasía, de amores imposibles, dragones, genios malvados de la lámpara maravillosa, unicornios y princesas de inmensos ojos almendrados y pícaros labios entrenados para decir "te quiero" a los incautos... que pasen a su lado cualquier tarde de verano...
Por eso, resulta mucho más prudente escribir más... para sentir menos... y conformarse con esquivos sueños... mientras seguimos siendo amigos... lo que de todas formas es mucho más de lo que teníamos antes de conocernos... mi querida amiga...

lunes, 5 de julio de 2010

EL DENTISTA... Y EL SICARIO



"Seguro que no me dolerá, ¿verdad?", esa era la única pregunta que rondaba mi cabeza, al sentarme en el dichoso potro de torturas... Tendría que haber sospechado algo, cuando el dentista, con la nariz y la boca cubiertas por la aséptica mascarilla, y los ojos protegidos por unas enormes gafas traslúcidas, se limitó a asentir con la cabeza, mientras preparaba la anestesia... Si nunca me han gustado los dentistas, este tiene todas las papeletas para hacerse con el cargo de "tocapelotas mayor del reino", me pone muy nervioso tanto silencio...

De alguna manera, consigue inyectarme en la mandíbula superior derecha, y no me hace prácticamente daño... Le pido, eso sí, una doble dosis, porque he desarrollado una gran resistencia a los anestésicos por culpa de los daños colaterales de mi trabajo. Y si no fuera porque se me ha partido el premolar, me habría podido pasar perfectamente dos o tres años más sin sentarme en el sillón articulado...

"Le recuerdo que debe trabajar despacio, sin hacerme daño, o de lo contrario, se arrepentirá..." Cuando le veo coger ese inmenso berbiquí, empuño un con un poco más de fuerza la culata de mi pistola... pero al final, resulta que lo necesita para manipular el eje del sillón, facilitando de esa manera la extracción del premolar... Durante casi veinte minutos, huelo a diente quemado, cerámica, y desinfectantes, y cuando termina la tarea, reviso atentamente la reconstrucción de la pieza... Impecable...

Casi siento lástima cuando le pego un tiro entre los dos ojos, y otro en el corazón... No por haberme hecho daño, ni mucho menos... Sino porque soy un sicario... y me contrataron para matarle...

SONRÍE POR FAVOR



La primera vez que me acerqué a una cámara de fotos, fue en los momentos finales de un banquete de bodas... casi todos los invitados estaban con una cogorza monumental, bailando "la conga... de Jalisco (sea lo que sea aquél lugar) y todos parecían tener ataques epilépticos, o incluso el baile de San Vito, cuando observé unos movimientos extraños debajo de la mesa presidencial...

Me acerqué sigilosamente, al mismo tiempo que probaba algo del menú (el salmón al cava era exquisito, incluso templado), y de manera intuitiva, me preparaba para descubrir el secreto... Y lo descubrí... pero sigo sin comprender lo que hacía uno de los testigos metido de cintura para arriba, dentro del vestido de la novia... Y ella gemía muy bajito... En ese momento, alguien, supongo que en plan de broma, me alargó una cámara de fotos y yo, sin pensarmelo demasiado, disparé... La imagen era bastante clara, y demostraba con bastante claridad lo que estaba pasando debajo de la mesa... Por si acaso, toqué un par de botones, y salió el zoom, con lo cual la imagen era mucho más reveladora... Cuando me pidieron de nuevo la cámara, se la acerqué a su dueño, el padrino...

Y enseguida estalló el escándalo: "¡Pero niña, qué estás haciendo!" El testigo fue arrastrado al exterior por el novio, el padrino y unos cuantos amigos más... Y la recién casada, que como poco tenía igual de culpa que el chaval, se refugió en el cuarto de baño, esperando tal vez que se olvidaría el incidente, mientras se retocaba el maquillaje... Dudo mucho que, de todas formas, el incidente se olvidase con facilidad, pues alguien colgó las fotos en la red, y se trataba de una boda de postín...

De todas formas, si alguien ha salido ganando con este "incidente", he sido yo... El novio, que le hizo pagar bien caro el desliz a su joven esposa (repiten mucho las palabras "francés diario durante un año") y trabaja de reportero gráfico para una agencia de noticias, me ha adoptado... Y no solo eso, sino que me ha enseñado a perfeccionar la técnica del enfoque, y el encuadre de las fotos... Además, me ha comprado una cámara digital, que puedo manejar con las almohadillas de mis patas...

Ha pasado un año desde entonces... Y aquí me tenéis, soy el primer gato fotógrafo de la Agencia Efe, y ya he conseguido varios premios por la calidad de mi trabajo, y la originalidad de mis composiciones... Con mi agilidad, y mi escaso tamaño en comparación con los humanos, soy capaz de llegar a ciertos lugares, como por ejemplo algunos árboles delante de ciertas casas de famosos, o las primeras filas de algún acontecimiento deportivo, que no podría alcanzar con facilidad un humano... Ahora, sonríe por favor... que va a salir el pajarito...

sábado, 3 de julio de 2010

EL CICLO DEL CARIÑO

Dos extremos de la vida que se enfrentan a ambos lados del tablero: abuelo y nieto, compitiendo... por dejar ganar al otro. Ese es el mejor "enfrentamiento" que se puede producir, la impresión, o mejor dicho la certeza, de estar con alguien que te quiere tal y como eres, por lo que eres, y tal vez incluso por lo que puedes llegar a ser...
La paciencia, como todas las virtudes, es algo que se aprende con el paso del tiempo, y por eso, los dos observan atentamente el campo de batalla, con la difusa claridad que se filtra por la ventana...
"¿Cuando yo sea mayor, tendré tantas arrugas como el abuelo? ¿Tendré que usar gafas? ¿Dormiré con los dientes en un vaso de agua? ¿Qué es hacerse mayor? ¿Y ser viejo?" Estas, y otras muchas preguntas similares, son las que se hace el nieto, mientras espera a que su yayo mueva ficha, y se coma al peón con el alfil, dejando al descubierto a su reina...
Y lo mismo le sucede al abuelo, mientras contempla a su nieto, que a sus nueve años, se está adentrando en un mundo intermedio, alejándose de la infancia, pero todavía no es adolescente... "Mi nieto... Cuando ya pensaba que sería imposible tenerlo, viene mi hija, y me dice que está embarazada, que el tratamiento en la Seguridad Social por fin ha dado frutos, y que voy a ser abuelo... No me puedo contener, y le doy un abrazo de oso, mientras ella sonríe... Todavía recuerdo como si fuera ayer la primera vez que le cogí en mis brazos, algunas cosas no se olvidan... Tan pequeño, tan rosadito y vulnerable... Pero con qué fuerza se agarraba a mi dedo... Y ahora, fíjate, está hecho un hombrecito...¡Qué rápido pasa el tiempo!"
Los dos se miran, atentamente, disfrutando de aquél silencio, pensando en estrategias, tácticas, movimientos... pero en el fondo, ninguno de ellos quiere ganar al otro, y tampoco les hace falta... Por eso, y como si estuvieran perfectamente sincronizados, a la vez dirigen las manos hacia sus reyes, y suavemente, las depositan sobre el tablero... Al darse cuenta de lo que están haciendo, se ríen, el nieto se dirige hacia su abuelo, le da un beso, y le dice "Abuelo...¿Te apetece dar un paseo... y tomar un helado en el Retiro?" El abuelo asiente, sonriendo, se pone la camisa, y los dos salen de la casa...
Tarde de verano en Madrid... Con ese extraño calor húmedo después de la lluvia... Cuando nada es más importante que los dos extremos de la vida que se juntan... Y termina el juego... porque el ciclo del cariño es mucho más importante que cualquier otra cosa... Y las piezas se quedan congeladas en el tiempo...

viernes, 2 de julio de 2010

SOBRE LA AMISTAD Y EL AMOR


Durante muchos años, he sido el experto y reconocido "mejor amigo" o "gran amigo" de unas cuantas mujeres, que evidentemente antes fueron niñas, y luego adolescentes, pues todos crecemos... Y he aprendido unos cuantos trucos sobre el amor, sí, una extraña palabra que realmente no consigo entender completamente, sin importar las veces que hable o escriba sobre ella...

La amistad es muy bonita, por supuesto, aunque suele resultar más sencilla con personas de tu mismo sexo, y con quienes compartas una serie de afinidades, ya sean políticas, deportivas, culturales, laborales, hobbys, o simplemente fobias y manías... Se dice que es algo que te llena por dentro, y es cierto: somos seres sociales, y casi siempre necesitamos saber que hay alguien, en alguna parte, incluso a cientos de kilómetros, que se preocupa por ti, o que piensa en ti... Por supuesto, hay muchos tipos de amistad, la que se da entre iguales, entre personas muy diferentes, la interesada, la generosa... Y también existe la tendencia de confundir términos: una persona a la que conoces una noche de juerga y te tomas cuatro copas (o más) no es un amigo, es un conocido, un juerguista... Un compañero de trabajo no tiene por qué ser tu amigo por el simple hecho de compartir oficina, ni tampoco seréis íntimos sin esforzaros un poco... La amistad es mucho más que eso, implica una relación, un compromiso de estar ahí para lo que necesites, el saber que eres correspondido...

Pero aquí y ahora, voy a hablarte del tipo de amistad que a mi entender es más hermoso, más auténtico y complicado: la que se da entre hombre y mujer... Resulta curioso el ver cómo evolucionamos con el paso del tiempo... En los años de la infancia, casi siempre nos agrupamos por sexos, los chicos por un sitio, las chicas por el otro. No se trata solamente de un tipo de indiferencia, sino incluso de abierta hostilidad, que se manifiesta con el robo de muñecas, o simplemente con la planificación de un tipo de actividad que se dedique directamente a sabotear la de las chicas: hacer el bestia cuando están tomando el té en su club secreto, pintarrajear sus dibujos... Y casi siempre son "ellos" quienes toman la iniciativa...

Sin embargo, esta época de amistades eternas e inquebrantables se va a traste con la adolescencia, cuando de repente nos damos cuentas de las diferencias existentes... y comienza a irrumpir con fuerza el otro sexo... Ya no estamos tan seguros de querer pasar todo el rato con nuestros amigos dándole patadas al balón (cuando yo era crío, no había nada parecido a la play...) o haciendo el bestia con las bicis (luego con las motos)... Y lo mismo sucede con las adolescentes, que se olvidan un poco de la infancia y su mundo específico, y empiezan a interesarse por "los brutos"... "No hay lazo de amistad que no pueda ser cortado por el cabello de una mujer" es una frase que define bastante bien las relaciones sociales durante aquellos años confusos, porque todo puede cambiar en muy poco tiempo... Y surgen "romances", "líos", "rollitos", "noviazgos", "desengaños", "tristezas", "pérdidas"... Pero también, "amistades"...
La amistad entre hombre y mujer, que es la que más me interesa, no es fácil... sobre todo porque en ella existe cierto poso de amor, o como poco, de atracción física, al menos por una de las dos partes. A la hora de hacerse amigos de alguien, sobre todo si es del otro sexo, tiene que haber algo que nos gusta, que nos atrae, de esa persona: da igual que sea su voz, sus ojos, su pelo, su físico en general, los labios, sus orejas o un "no-se-qué" que lo convierte en alguien especial para nosotros, y que nos ayuda a dar los primeros pasos para acercarnos a esa persona.
Por supuesto, muchas veces, nuestros intentos de establecer contacto pueden fracasar, nos pueden mandar a la mierda, o pensar que somos unos plastas, o descubrir que no les interesamos de ninguna manera. También puede ocurrir lo contrario: que aquella chica hermosa y aparentemente simpática y desde luego fascinante, en cuanto abre la boca, te encuentras con alguien que es demasiado diferente, o que no te interesa porque no tiene corazón, o cerebro, o las dos cosas a la vez. Todo esto implica una disminución de nuestras posibilidades de establecer una relación de amistad, por lo que al final, puede que en tres de cada diez veces, consigues realizar la aproximación y sembrar las bases de algo que, con el paso del tiempo, se puede convertir en algo hermoso... pero difícil de mantener...
A veces, de manera inconsciente, cuando te interesas por una persona del otro sexo buscando en teoría "una hermosa amistad", lo que estás haciendo, de manera inconsciente (o no), es dirigirte hacia un tipo concreto de mujer que realmente te atrae. Es una forma, algo cobarde, de acercarnos a una persona que nos interesa, pero marcando al mismo tiempo unos límites bastante claros y precisos, y se supone que aceptados de común acuerdo... Pero, igual que las cosas cambian, las personas evolucionan, y los sentimientos se modifican...
En las películas, cuando Julia Roberts descubre que está enamorada de su mejor amigo, pues es correspondida; si Hugh Grant comprueba que sus sentimientos hacia la profesora de sus hijos han cambiado, también tiene suerte... Pero en la vida real, y sobre todo si la amistad se ha prolongado durante cierto tiempo, basta con que uno de los dos modifique su forma de sentir hacia el otro, para frisar el desastre... Y no lo digo solamente por la tormenta de sentimientos encontrados, cuando te das cuenta de que te estás enamorando de tu mejor amiga, no, sino por el momento en que descubres que no puedes permanecer más tiempo ignorándolo, y necesitas compartirlo con ella... Entonces surgen algunas de las frases más dolorosas de nuestro idioma: "te quiero, pero solo como amigo..."; "somos amigos sin derecho a roce...", "eres mi mejor amigo, pero..."
Con todas estas frases, y mil por el estilo, el mensaje que se trasmite es el de siempre: "Te has acercado a mi como amigo, te has ido metiendo poco a poco en mi vida de esa manera, has conseguido que me abriera a ti, que confiara en ti, y de repente, quieres romperme todos los esquemas... Ahora, ya no sé cómo pensar en ti, si como hombre, o como amigo... ni cómo interpretar tus actos, cada vez que me dejabas llorar en tu hombro, que me aconsejabas sobre un chico, me prevenías sobre las intenciones de alguien... ¿Lo hacías por mi, o solo para allanarte el camino?¿Puedo seguir confiando en ti?"
Cuando llegas a este momento de la relación, se presentan dos caminos, y ambos implican una renuncia. Si optas por la amistad, tienes que olvidar aquellos sentimientos, volver casi a tus casillas de hace un año, y hacer lo que sea necesario para no perder a aquella persona tan especial, y volver a ganarte su confianza, lo que puede requerir más o menos tiempo... pero de todas formas, en tu corazón seguirás notando un vacío, y la próxima vez que ella te venga a confesar sus sentimientos por otra persona, a contarte sus penas, seguirás notando la misma pregunta: "Si tan infeliz eres con él... ¿por qué no me amas? ¿Por qué no me das una oportunidad?" La segunda vía, si te reafirmas en tus sentimientos hacia ella, si decides que ese "amor" es demasiado importante, cuando en el fondo también estás reafirmando el deseo que tienes por ella, normalmente desemboca en un doble final: el de la amistad, y el del amor...
El consejo más razonable sería que nunca te enamores de tu mejor amiga.... O que si notas un cambio en tus sentimientos hacia ella, por ejemplo cuando dejas de mirarla como un padre o un hermano protector, y empiezas a hacerlo como un hombre, fijándote en detalles que antes no veías, como la forma de sus labios, la perfección y el color de sus ojos, el la forma y relieve de sus pechos... y mucho más, si empiezas a fantasear sobre lo que sentirías al besarla, si sus labios se abrirían o no, lo mucho que te gustaría acariciarla por todo el cuerpo... Si aquellas veces en que la rozas dejan de ser casuales, y te interesan sobre todo sus curvas y relieves... Si empiezas a preguntarte cuando es vuestro aniversario de conoceros, las canciones que os gustan a los dos, y a fantasear sobre recuerdos imposibles... La única opción realmente consecuente es que se lo digas: no es lo mismo confesar un cambio en tus sentimientos cuando lleváis juntos cuatro meses, que después de cuatro años... Y simplemente, confiar en que no te de una tremenda bofetada, sino un beso... Porque el mundo real no es una peli romántica...
Todo el tiempo, he estado hablando de la relación de amistad entre hombre y mujer, porque es la que mejor conozco, y sobre todo, de la transición entre la amistad y el amor... Pero es evidente que este enamoramiento puede también producirse entre mujer y hombre, entre dos mujeres, o entre dos hombres, porque el amor, ese pequeño bastardo que nos complica la vida, no entiende de géneros ni de números... Solo de sentimientos...

jueves, 1 de julio de 2010

ESTEREOTIPOS SEGUROS



Durante todos los años que llevo trabajando en una profesión que no es la mía, pero que al menos me da de comer, me he ido encontrando con todo tipo de compañeros, unos buenos, otros malos, la mayor parte de ellos, afortunadamente, del montón: personas tranquilas, que hacen un trabajo potencialmente peligroso, que deben estar listas para cualquier eventualidad (menos una ataque alienigena, que no lo cubre el Convenio)...


Supongo que en todas partes te puedes encontrar a personas de muy distinto talante y ralea, pero en el fondo, lo único importante es conocer tu trabajo, respetar las normas, y ya está... Como decía antes, más del ochenta por ciento del tiempo he tenido la suerte de convivir con compañeros y compañeras normales, y en su mayor parte, perfectamente olvidables... Si bien es cierto que algunos de ellos, por una razón o por otra, se han quedado más o menos frescos en mi memoria... A modo de retratos pintorescos, esta es la manera en que Grisham, de CSI, hablaría de ellos... Son personajitos, prendidos a un corcho por los alfileres tradicionales, y luciendo los hermosos colores de sus empresas...
La "camionera" es una persona prepotente hasta decir basta, de escasa formación e intelecto, manipuladora pero siempre su favor... Ha encontrado su pequeño lugar de trabajo en un polígono industrial, y es especialista en organizar los cuadrantes para tener el turno que más le gusta, siempre a costa, por supuesto, del novato... No se ha molestado en sacarse la placa, pues afirma no tener nunca tiempo... Ni tampoco en mejorar el servicio: le parece correcto cambiarse en un retrete que pierde agua y lleno de orines.. y se dice, se comenta, se rumorea, que mantiene un apasionado romance con uno de los camioneros que descargan allí por la noche, y que les han visto dentro de la cabina...
El "alérgico al suavizante" es un buen chaval, cumplidor, deportista, que acude al trabajo en bicicleta, y recorre casi veinte kilómetros todas las madrugadas... Luego, permanece en la puerta del centro comercial, con el uniforme y varias capas de abrigo, para protegerse del frío... lo que genera capa sobre capa de sudor... y en conjunto, el olor corporal es tan fuerte, que resulta desagradable trabajar a su lado.
El "fantasma sexual" se especializa en alardear de sus múltiples conquistas, de las mujeres que se ha "tirado" o "follado" en el centro, de las novias que tiene dentro y fuera... Pero que generalmente no es más que el típico fantasma obseso, cuyo mayor placer sexual se obtiene del onanismo, desde la azotea del banco, mientras espía a las prostitutas que se alojan en el edificio de enfrente.
El "infosmático", suele ser un hacker o aprendiz de hacker, que alardea de grandes conocimientos en programación, de haber crakeado su PS2... pero que en cuanto le pides que te solucione un conflicto de windows, casi se carga tu ordenador... Y puedes observar cómo destroza a golpes su propio portátil en el mostrador del ministerio, porque se ha quedado colgado...

La "doñaperfecta" es posiblemente el espécimen más complicado de todos los que hemos visto hasta ahora. Se basa en una tremenda egolatría con ansias de grandeza, mezclada con una incapacidad para asumir sus limitaciones. Su pasatiempo favorito es sonsacar información a los miembros del equipo, y luego ponerlos a parir a sus espaldas. Al final, terminó relegada al turno de noche, pues nadie de todos los edificios soportaba trabajar con ella.

La "esponja humana" tiene por mayor virtud el ser capaz de ingerir tremendas cantidades de alcohol, estando de servicio en un centro oficial... Ya ha pasado por varias perforaciones intestinales, pues tanto alcohol le ha provocado una úlcera sangrante tras otra... Afirma que la vida no tiene sentido desde que se murió su pareja, lo cual es bastante comprensible... pero si quieres suicidarte, hazlo de una vez por todas, en tu casita, tranquilamente...

El "sádico", no tiene otro nombre, es el personaje que se crece dentro de su ínfimo carguito, y lo único que le importa es marcar la diferencia con respecto a los demás compañeros, y hacer ostentación de su hermosa chapa, de su hermosa canana, y de su hermoso revolver del 38 especial... Además de sembrar el terror, bien presencialmente, bien por teléfono o por la emisora, y despreciar a todo el que sea capaz de sumar 2 y 2... Y por supuesto asignar las rotaciones por los puestos en función de sus preferencias... Gracias a él, salieron 8 compañeros del centro en los 6 meses que estuve allí....

El "estudiante", siempre anda faroleando sobre la complejidad de la física cuántica, las oposiciones para ingeniero superior del cuerpo de soplamocos del estado, y se considera superior a los demás por ese supuesto conocimiento... Y digo supuesto porque luego le preguntas dos o tres cosas básicas, extraídas de los temarios en la red, y es incapaz de responder... Claro, si de repente puedes acceder a su famoso libro de texto, esmeradamente encuadernado, ves que se trata de "El señor de los anillos" en versión de tapa dura...

El "chunda-chunda" es uno de los más deleznables, lo único que le interesa es la fiesta fiesta de un extremo a otro del verano... Tiene el cuajo de llegar por sistema tarde los fines de semana, que abarcan de jueves a martes, y le importa una mierda el dar el relevo a los compañeros, llegando incluso a presentarse en el periódico completamente mamado... a primera hora de la mañana... Al final, tuvo su merecido, y salió del centro con deshonor...

La "mofeta-chunda" es la versión cordial del anterior, con el agravante de que no era alérgico solo al suavizante, sino al propio jabón, a la colonia, y creo que al agua.. Por ello, compartir con este personaje el espacio vital en una cabina de control poco más grande que un retrete público era especialmente complicado... y los demás compañeros preferíamos estar en la calle, al fresco del invierno...

La "ambición rubia" se parece mucho al número 1, la "camionera", con dos notables excepciones: que realmente es muy inteligente, y que es realmente guapa, lo sabe y se aprovecha de ello... En un mundo dominado por los hombres, una mujer como ella, que es capaz de retocar en casa su uniforme para que le ajuste de una manera espectacular, que tiene muy claros sus objetivos, se aprovecha de su aspecto, de un guiño, de un atisbo fugaz, para conseguir los cambios de turno necesarios, las vacaciones... Entiendeme, es algo digno de verse... ¡Pero qué bobos somos los hombres!

El "temporal", normalmente viene a un edificio para cubrir unas vacaciones, y entrar en rotación... sin embargo, en ningún momento se molesta en integrarse en el funcionamiento del centro, ni en aprender las rutinas, y todo lo justifica con su presunta temporalidad... aunque al final lleve dos años trabajando allí... Muchas de sus frases comienzan por "ejque como yo no sabía"...

La "mosquita muerta" se parece mucho a la "ambición rubia", salvo que donde una usaba la exhibición cuidadosa y controlada de sus atributos, la otra es mucho más dulce, más sutil, más sibilina.. Se ampara en su aspecto, en la innegable ternura que inspira en los hombres, para disimular una personalidad básicamente manipuladora... aunque sus trucos no funcionan, afortunadamente, con las mujeres... y por eso les hacía la vida imposible... Cabe destacar que cada vez que terminaba el turno, de repente el acceso posterior del ministerio se llenaba de varones que no tenían nada mejor que hacer, que verla salir con sus vaqueros ajustados, sus blusas escotadas, sus vestidos fresquitos...

El "chungo" abunda sobre todo en algunos destinos potencialmente peligrosos, como centros comerciales o transportes públicos, es el típico personaje cuyo principal valor consiste en sus grandes músculos y en su cara de bestia... lo que no implica necesariamente que sea estúpido... Es feliz en ambientes complicados, con órdenes simples, y libertad de movimientos... Pero al mismo tiempo, es capaz de hacer algunas burradas, como sacarse con unos alicates una muela, en medio de la garita...

El "sobrao" es posiblemente el tipo más repugnante de compañero que te puede tocar en un servicio... Pagado de sí mismo, con aires de grandeza, se cree el centro del universo, el amo de la creación... No respeta ninguna jerarquía ni orden establecida, y se encarga de manipular y retorcer la verdad a su capricho. Su mayor afán es no solamente quedar por encima de los compañeros, sino hundirlos... y siempre presume de su dilatada experiencia en la empresa y de su elevado nivel cultural... Afortunadamente, también tienen su San Martín.

El "sobón" es un personajillo que necesita reforzar su escasa autoestima y sentimiento de pertenencia al grupo mediante el roce continuado con otras personas, vayan o no de uniforme. No distingue entre géneros, y tantos toques acaban cansando a cualquiera. Se ofende mucho si le pides que se mantenga lejos.

El "aprovechao" se especializa en beneficiarse siempre de cualquier mejora que pueda surgir en el centro, especialmente de los cambios de turno, de cuadrante, de fechas de vacaciones... En un centro con muchos compañeros, es capaz de manipular los cuadrantes a dos meses vista, con tal de tener algunos días más de libranza.

Por supuesto, son meros ejemplos, estereotipos de los compañeros que he ido conociendo durante estos últimos años, y que como mucho se pueden aplicar al 15 por ciento de ellos, mientras que el 85 por ciento restante son personas completamente normales, con sus manías, sus defectos, sus virtudes y sus neuras. Sin embargo, estoy seguro de que una clasificación similar se puede efectuar en casi cualquier profesión: médicos, abogados, periodistas, comerciales, militares, operarios municipales, funcionarios, estudiantes... Si te apetece hacerlo, ya tienes el modelo...