Muchas veces, cuando enciendo el ordenador, ya sea en casa o en el trabajo, hay una pregunta que me planteo con frecuencia... y para la cual no consigo encontrar una respuesta redonda, tal vez no demasiado sincera, pero de esas que inevitablemente te hacen pensar: "Eureka"... Y tal vez, justamente esta incapacidad de hallar una respuesta satisfactoria, se deba a la propia naturaleza de la pregunta: "¿Por qué escribo?"
Supongo que no es extraño que una persona como yo, que lleva decenas de historias publicadas en el blog, se pregunte por sus motivos... Y que es algo que le sucede, en mayor o menor medida, a todos los "bloggers", es decir, a todos los que publicamos nuestros pensamientos en un "blog". Hace algunos días, participando en una de esas extrañas cadenas de pensamientos que se generan en el "carapocha" (también conocido como "caralibro" o "facebook"), estuvimos hablando sobre la escritura, sobre si era un don o no, una maldición o una bendición... Y yo argumenté que era las dos cosas a la vez... Una maldición, porque si te gusta escribir, en cualquier cosa puedes encontrar una historia (una foto, un comentario al azar, un pensamiento...) y si no le haces caso en el momento, puede desaparecer para siempre... Mi mujer ya está más o menos acostumbrada a que me levante en plena noche, y me vaya al despacho a escribir, aunque procuro hacerlo sobre todo los fines de semana que no trabajo... Otra de mis manías es llevar siempre encima el teléfono móvil, pues la función de crear notas me resulta super útil para apuntar datos de una historia, o un poema completo, mientras viajamos en el metro... Pero como decíamos antes, que no ayer, es también una bendición, pues te da la oportunidad de plasmar tus sentimientos, tus ideas, de comunicarte con los demás aunque no los veas, de ejercer tu creatividad, diseñar personajes, investigar argumentos, y en definitiva, escribir te permite vivir mil vidas en una sola.
Por supuesto, el resultado de ese proceso creativo puede ser muy distinto de lo que tú imaginabas al principio: por ejemplo, una historia en apariencia romántico/melosa se puede convertir en un relato de terror bastante fuerte; dentro de un cuento macabro de repente aparecen detalles realmente hilarantes; y un simple reloj de péndulo se vuelve una historia de ciencia ficción y de paradojas espacio-temporales. Cuando me sitúo delante del teclado (yo jamás escribo a mano, tras una operación de muñeca que salió bastante mal), en muchas ocasiones, no sé lo que voy a "parir", ni cuanto tiempo me va a llevar. Tampoco me importa demasiado el lugar, pues algunos de los relatos que más me gustan han sido urdidos en medio de la jornada laboral, con el ruido de fondo de los teléfonos, las voces de los mensajeros, atendiendo a las visitas, echarle una mano a mi compañera de la recepción, Mar (una de mis primeras lectoras...) y a pesar de ello, en menos de una hora, ya estaba terminado, pulido y volcado en el blog. A raíz del cambio de jornada, dispongo de todas las tardes libres, por lo que casi siempre me siento en el despacho, delante del ordenador, con "Kiss FM" o "Máxima FM" en la radio, y la única compañía de nuestro gato Chiqui en la silla de visitas, desde la cual me contempla atentamente mientras escribo, como si me estuviera vigilando... Y se dedica a abrir un ojo y a mirarme fijamente, en cuanto mis dedos dejan de teclear... y se vuelve a dormir, tal vez arrullado por el sonido de las teclas...
Solo hay una regla que respeto a la hora de escribir: no hay historia si no hay foto. Normalmente, primero se me ocurre un tema, pero necesito una ilustración que me guste para darle cuerpo. Unas veces, la búsqueda es muy rápida, tecleo los parámetros de la imagen que necesito en "Google", por ejemplo chica de espaldas buscando al mar, y lo complicado suele ser escoger entre toda la oferta... aunque muchas veces, tengo que hacer varias búsquedas, pues no en cuentro nada. La segunda opción, y es la que utilizo en casi todos mis juegos, es seleccionar una foto que me llama la atención, y escribir la historia en torno a ella, desarrollarla a mi manera...
Hay una restricción bastante importante: no puedo escribir sobre un tema que no siento o que no me interesa. Ya lo he intentado en un par de ocasiones, dedicarle una historia a un personaje de mi infancia, a una actriz, a un amigo, pero eso no funciona bien. Siempre pienso que soy un "blogger", no un publicista ni un "copy", no tengo que vender una tostadora ni cantar las alabanzas de un plan de pensiones. Puesto que no cobro por escribir una historia, al menos, intenteo ser lo más libre que puedo hasta el final del proceso.
Los argumentos, como ya sabrás, son de lo más variados, aunque debo confesar que tengo cierta debilidad por las historias de amor... soy un romántico incurable, me temo, anque la vida te acabada dando las suficientes hostias para serlo un poco menos. cada día que pasa.. Por eso, en este blog, hay un poco de todo, algo de humor negro, alguna historia muy suave de miedo, algo de ciencia ficción, y muchos detalles sobre la ecología... Pero se me ha quedado pequeño, y por eso he lanzado los blogs paralelos: "hombresdetintapalabrasoscuras.blogspot.com", para las historias de terror "light", un poco extrañas algunas de ellas (con algunos guiños a Edgar Allan Poe y a Lovecraft); "hombresdetintaversosdispersos.blogspot.com", que es sobre todo poesía, y sentimientos, a mi manera (nunca he tenido paciencia para estudiar la métrica); y luego el blog en francés, "deshommesdencreetdesang.blogspot.com", pues a veces necesito utilizar aquella lengua, para expresar ciertos sentimientos.... Es posible que en un futuro me embarque en otro blog, no lo sé...
Sobre la frecuencia con que escribo y publico... casi siempre, le dedico dos o tres horas al día a la escritura, y a la investigación en la red sobre los temas que trato: no es posible hablar de investigación genética sin tener algunas nociones, y lo mismo sucede con ciertas leyendas y tradiciones, tipos de demonios, atentados terroristas... Vale, un par de días no te van a convertir en experto, pero al menos no quedas como un ignorante ni metes la pata hasta el fondo. Un buen día, puedo subir a los blogs dos o tres historias, uno malo, una o ninguna, todo depende...
Eso sí, hay un factor que no debemos olvidar: un "blogger" solo existe mientras tiene lectores. El marcador de visitas es muy importante, sobre todo porque te permite hacerte una idea del número de personas que han leído al menos una de tus creaciones (yo prefiero llamarlos monstruitos), y ver cómo aumenta lentamente es algo que te da ánimos. Me temo que todos tenemos la necesidad del reconocimiento de nuestra labor, y para eso damos la opción de añadir comentarios, opiniones... Ese "feedback" o retroalimentación es muy necesario, es lo que nos anima, lo mismo que el tener algunos seguidores... Un escritor siempre tiene los datos de las ventas de cada uno de sus libros (y los porcentajes sobre las mismas que le pagan las editoriales) para deducir si su producto funciona bien; el "blogger" se encuenta en una situación distinta, y a veces nos puede el desánimo... pues se trata de un trabajo muy solitario...
Dentro de poco cumpliré seis meses escribiendo, y ya veremos cuanto tiempo más duran mis blogs, aunque de momento, la cosa va bien... Supongo que mientras sigan apareciendo ideas nuevas, o versiones de ideas antiguas, y sobre todo, mientras siga disfrutando con lo que hago, asistiré a la nueva cita, más o menos cada día... Un cordial maullido de parte de nuestro gato guardían...
Supongo que no es extraño que una persona como yo, que lleva decenas de historias publicadas en el blog, se pregunte por sus motivos... Y que es algo que le sucede, en mayor o menor medida, a todos los "bloggers", es decir, a todos los que publicamos nuestros pensamientos en un "blog". Hace algunos días, participando en una de esas extrañas cadenas de pensamientos que se generan en el "carapocha" (también conocido como "caralibro" o "facebook"), estuvimos hablando sobre la escritura, sobre si era un don o no, una maldición o una bendición... Y yo argumenté que era las dos cosas a la vez... Una maldición, porque si te gusta escribir, en cualquier cosa puedes encontrar una historia (una foto, un comentario al azar, un pensamiento...) y si no le haces caso en el momento, puede desaparecer para siempre... Mi mujer ya está más o menos acostumbrada a que me levante en plena noche, y me vaya al despacho a escribir, aunque procuro hacerlo sobre todo los fines de semana que no trabajo... Otra de mis manías es llevar siempre encima el teléfono móvil, pues la función de crear notas me resulta super útil para apuntar datos de una historia, o un poema completo, mientras viajamos en el metro... Pero como decíamos antes, que no ayer, es también una bendición, pues te da la oportunidad de plasmar tus sentimientos, tus ideas, de comunicarte con los demás aunque no los veas, de ejercer tu creatividad, diseñar personajes, investigar argumentos, y en definitiva, escribir te permite vivir mil vidas en una sola.
Por supuesto, el resultado de ese proceso creativo puede ser muy distinto de lo que tú imaginabas al principio: por ejemplo, una historia en apariencia romántico/melosa se puede convertir en un relato de terror bastante fuerte; dentro de un cuento macabro de repente aparecen detalles realmente hilarantes; y un simple reloj de péndulo se vuelve una historia de ciencia ficción y de paradojas espacio-temporales. Cuando me sitúo delante del teclado (yo jamás escribo a mano, tras una operación de muñeca que salió bastante mal), en muchas ocasiones, no sé lo que voy a "parir", ni cuanto tiempo me va a llevar. Tampoco me importa demasiado el lugar, pues algunos de los relatos que más me gustan han sido urdidos en medio de la jornada laboral, con el ruido de fondo de los teléfonos, las voces de los mensajeros, atendiendo a las visitas, echarle una mano a mi compañera de la recepción, Mar (una de mis primeras lectoras...) y a pesar de ello, en menos de una hora, ya estaba terminado, pulido y volcado en el blog. A raíz del cambio de jornada, dispongo de todas las tardes libres, por lo que casi siempre me siento en el despacho, delante del ordenador, con "Kiss FM" o "Máxima FM" en la radio, y la única compañía de nuestro gato Chiqui en la silla de visitas, desde la cual me contempla atentamente mientras escribo, como si me estuviera vigilando... Y se dedica a abrir un ojo y a mirarme fijamente, en cuanto mis dedos dejan de teclear... y se vuelve a dormir, tal vez arrullado por el sonido de las teclas...
Solo hay una regla que respeto a la hora de escribir: no hay historia si no hay foto. Normalmente, primero se me ocurre un tema, pero necesito una ilustración que me guste para darle cuerpo. Unas veces, la búsqueda es muy rápida, tecleo los parámetros de la imagen que necesito en "Google", por ejemplo chica de espaldas buscando al mar, y lo complicado suele ser escoger entre toda la oferta... aunque muchas veces, tengo que hacer varias búsquedas, pues no en cuentro nada. La segunda opción, y es la que utilizo en casi todos mis juegos, es seleccionar una foto que me llama la atención, y escribir la historia en torno a ella, desarrollarla a mi manera...
Hay una restricción bastante importante: no puedo escribir sobre un tema que no siento o que no me interesa. Ya lo he intentado en un par de ocasiones, dedicarle una historia a un personaje de mi infancia, a una actriz, a un amigo, pero eso no funciona bien. Siempre pienso que soy un "blogger", no un publicista ni un "copy", no tengo que vender una tostadora ni cantar las alabanzas de un plan de pensiones. Puesto que no cobro por escribir una historia, al menos, intenteo ser lo más libre que puedo hasta el final del proceso.
Los argumentos, como ya sabrás, son de lo más variados, aunque debo confesar que tengo cierta debilidad por las historias de amor... soy un romántico incurable, me temo, anque la vida te acabada dando las suficientes hostias para serlo un poco menos. cada día que pasa.. Por eso, en este blog, hay un poco de todo, algo de humor negro, alguna historia muy suave de miedo, algo de ciencia ficción, y muchos detalles sobre la ecología... Pero se me ha quedado pequeño, y por eso he lanzado los blogs paralelos: "hombresdetintapalabrasoscuras.blogspot.com", para las historias de terror "light", un poco extrañas algunas de ellas (con algunos guiños a Edgar Allan Poe y a Lovecraft); "hombresdetintaversosdispersos.blogspot.com", que es sobre todo poesía, y sentimientos, a mi manera (nunca he tenido paciencia para estudiar la métrica); y luego el blog en francés, "deshommesdencreetdesang.blogspot.com", pues a veces necesito utilizar aquella lengua, para expresar ciertos sentimientos.... Es posible que en un futuro me embarque en otro blog, no lo sé...
Sobre la frecuencia con que escribo y publico... casi siempre, le dedico dos o tres horas al día a la escritura, y a la investigación en la red sobre los temas que trato: no es posible hablar de investigación genética sin tener algunas nociones, y lo mismo sucede con ciertas leyendas y tradiciones, tipos de demonios, atentados terroristas... Vale, un par de días no te van a convertir en experto, pero al menos no quedas como un ignorante ni metes la pata hasta el fondo. Un buen día, puedo subir a los blogs dos o tres historias, uno malo, una o ninguna, todo depende...
Eso sí, hay un factor que no debemos olvidar: un "blogger" solo existe mientras tiene lectores. El marcador de visitas es muy importante, sobre todo porque te permite hacerte una idea del número de personas que han leído al menos una de tus creaciones (yo prefiero llamarlos monstruitos), y ver cómo aumenta lentamente es algo que te da ánimos. Me temo que todos tenemos la necesidad del reconocimiento de nuestra labor, y para eso damos la opción de añadir comentarios, opiniones... Ese "feedback" o retroalimentación es muy necesario, es lo que nos anima, lo mismo que el tener algunos seguidores... Un escritor siempre tiene los datos de las ventas de cada uno de sus libros (y los porcentajes sobre las mismas que le pagan las editoriales) para deducir si su producto funciona bien; el "blogger" se encuenta en una situación distinta, y a veces nos puede el desánimo... pues se trata de un trabajo muy solitario...
Dentro de poco cumpliré seis meses escribiendo, y ya veremos cuanto tiempo más duran mis blogs, aunque de momento, la cosa va bien... Supongo que mientras sigan apareciendo ideas nuevas, o versiones de ideas antiguas, y sobre todo, mientras siga disfrutando con lo que hago, asistiré a la nueva cita, más o menos cada día... Un cordial maullido de parte de nuestro gato guardían...
¡Me ha gustado como expresas todo esto! Un abrazo y sigue así...
ResponderEliminarFernando, eres un gran escritor y un gran amigo.
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