sábado, 8 de mayo de 2010

PIRATAS DE AGUA DULCE



Sentir de nuevo la brisa en la cara, y oler aquella extraña mezcla de salitre, algas, tierra mojada...
Tener delante exclusivamente la inmensidad del mar azul, aunque para ello sea necesario madrugar...
Y escoger el compartir o no esos momentos mágicos... quizás incluso el ser egoísta por una vez...
Necesito volver al mar cada verano, o en semana santa... al menos, una vez al año, para recuperar las fuerzas...
Soy el típico pirata de agua dulce, pero sin pata de palo, ni parche en el ojo, ni siquiera un loro a plias (made in Tai Wan) que repita eso de "¡Al abordaje mis valientes!"...
Me gustaría poder meterme en la foto, como en los cuentos, y caminar por la arena caliente... Y tumbarme, con un buen libro en el regazo, o simplemente escuchando la eterna canción de las olas....
Pero este año, tendré que conformarme con poner sal gorda en un cuenco de agua caliente para recrear un poco el olor, poner a tope los altavoces, y escuchar uno de los temas de sonidos de la naturaleza mezclados con música new age, y cerrando los ojos, visualizar aquella tranquila superficie... Y quién sabe, tal vez encontraré una sirena...

1 comentario:

  1. En los tiempos que corren y en el clima que disfrutamos últimamente, que no concuerda con el mes correspondiente, este relato me hace recordar mis veranos en la playa y..¡qué lejos lo veo aún!. Con el frío que volvemos a tener y el mal tiempo, añoro el sol y el calorcito, la playa y las olas y su sonido, las gaviotas en el mes de septiembre, que era cuando venían a la playa, no como ahora, que vienen en cualquier mes, los meses de agosto con sus mareas vivas y los meses de julio tan estupendos. Sí es cierto que el tiempo ha cambiado y nosotros también. Por eso tu relato me ha encantado. ¡Gracias!

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