sábado, 20 de marzo de 2010

EL MENSAJE DEL HADA


Hoy he visto un hada entre las violetas, una criatura de aire, de viento, de esperanza, reposar tranquila bajo la fuerte lluvia.. Creo que ni siquiera me ha visto, pues me he acerdado muy lentamente a lo que en principio creía que era un juguete olvidado en la jardinera del portal... Y he conseguido sacarle esta foto... Estaba completamente desnuda, y ofrecía todo su cuerpecito a las caricias de la tierra y del agua, y se protegía el pecho con las dos manos, como intentando darse calor...

Me he acercado un poco más, y me temo que mis botas han debido hacer algo de ruido sobre la gravilla, porque entonces ella ha levantado la cabeza y, abiendo los ojos, inmensamente verdes y casi sin pupilas, me ha mirado... Y creo que en ese momento, he caído en un profundo trance... que no tengo la menor idea de cuanto tiempo ha durado... Pues nuestras mentes se han fusionado con el intercambio de miradas... y he visto muchas cosas, tal vez demasiadas... de su presente y su pasado, que tan ligado está a la Madre Tierra...

He visto cómo era mi casa, antes de que fuera construida, los árboles, casi todos ellos álamos, erguidos contra el sol poniente, el riachuelo que corría por donde ahora está mi calle... He visto cómo entraban en acción las hachas y las sierras, y destrozaban toda huella de lo que antes fue... He visto cómo la tierra era machacada y aplastada por las botas, por las máquinas, para excavar los cimientos, y levantar un bosque de hormigón, ladrillo y cemento...

He visto cómo hordas de domingueros entraban en el parque, y a pesar de los controles a la entrada, se las arreglaban para meter "de matute" botes de refresco, botellas de agua... Y en vez de depositarlos en las escasas papeleras, los tiran en cualquier parte, mas casi siempre, en el agua... Y padres cuyos hijos necesitan evacuar, y los esconden entre las matas, y allí se quedan el oloroso recuerdo...

Y sobrevuelo en su recuerdo un campo de golf, que encima tienen el morro de calificar de "ecológico", cuando están expoliando los acuiferos subterráneos de la zona, y contaminandolos al mismo tiempo con todos los herbicidas, los abonos, los pesticidas, los plaguicidas...

Y me enseña los camiones cuba, que incluso teniendo el hermoso rótulo de "usamos agua reciclada para regar", uego los ves aparcados delante de cualquier boca de riego, para llenar los tanques, aunque claro, como este año no habrá sequía...

Y veo las ingentes cantidades de basura que se tiran después de un botellón, o mejor dicho, que quedan espacidas sobre cualquier pradera de los alrededores, o en cualquier solar, donde se acumula durante meses, y convirtiéndose en un foco de enfermedades, de infecciones, y al mismo tiempo, en una pesadilla para los animales que en ella viven...

Y seguimos los caminos de las ratas y de las cucarachas, dentro y fuera de los edificios, por los falsos techos, por muros, sótanos y azoteas... Y cómo mueren, muchas de ellas, por el veneno, por las grandes cantidades de raticida... que a veces se acaban filtrando al suministro de agua potable del bloque...

Y sobrevolamos tantas carreteras, tantas autopistas, tantas cicatrices de brea y alquitrán que torturan la superficie de la Tierra, llevando su carga mortal de atropellos, de accidentes, pero sobre todo, de desperdicio de recursos, de energía... dejando su estela, humeante y nociva...

Y llegamos a la planta de reciclaje de residuos urbanos, de la que tanto hablan, y vemos cómo separan de mala manera lo orgánico de lo reciclable... cómo llevan todo lo que puede arder a los hornos, sin importarles nada los gases contaminantes que se generan... ni la acumulación de residuos orgánicos en áreas de compostado, pero que generan un flujo constante de lixiviados que contaminan los acuíferos....

Y en cada una de estas visiones, no por conocidas, menos olvidadas, he sentido su dolor, su tristeza, por la forma en que lo estamos destrozando todo, arruinando un planeta entero a través de millones de pequenos gestos, que no son otra cosa que agresiones contra la Madre Naturaleza... y contra nosotros mismos... Por eso, casi todas las criaturas mágicas se han retirado, asqueadas, de las grandes ciudades... Y se refugian, no siempre en el campo, sino en algunos lugares privilegiados, como el Jardín Tropical de la estación de Atocha, o el Jardín Botánico, el parque del Capricho... Pero a veces se cansan de tanto huir, de tanto esconderse... y deciden mostrarse... cuando se acerca la primavera...

Y en ese momento, se rompió el contacto, porque ella, majestuosa en su desnuda pequeñez, simplemente me indicó con la mano un pequeño brote de una planta, como pidiéndome que lo cogiera, y lo plantara, y lo cuidara... Y con una última mirada, con una extraña luz verde opaca rodeandola, desapareció... no sin antes dejar que una solitaria lágrima escapase de sus ojos verdes...

Y ahora, solo me queda terminar de cumplir el deseo del hada...


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