sábado, 1 de enero de 2011

UN AÑO POR DELANTE...

Las campanadas de la Puerta del Sol han terminado de condenar al exilio, y al olvido, al año 2010... Pobre, desdentado, arrastrando su viejo baston por el enlosado sobre el kilómetro cero, se ha cruzado con el año nuevo, un recién nacido... Y, mirándole con pena, nacida de la experiencia, de los golpes y embustes, de los dolores del corazón desgarrado y de las ilusiones perdidas, le ha dicho algunas palabras, que por el bullicio de la gente, no ha logrado entender... Y, sin embargo, de haberlo conseguido, podría haber modificado su andadura vital... Pues eran una antigua frase, pronunciada por una sonriente calavera, en la Universidad de Salamanca: "Como te veo, me ví... como me ves, te verás..."

Aquél, y no otro, era el mensaje del año viejo, del 2010... y si lo aplicamos a nosotros, a los seres humanos, no deja de ser igual de cierto... aunque se refiera, principalmente, a nuestras ilusiones, sueños, esperanzas, felicidades, planes, proyectos y, sobre todo, en estas primeras horas del año recién estrenado... a nuestras intenciones...

No es malo, ni negativo o deprimente, el tener buenas intenciones... Lo malo es darte cuenta de que, un año más, se han quedado en eso, en intenciones... Tienes, tenemos, por delante 364 días (y unas horas), para intentar ser un poco más felices, un poco más generosos, sinceros, amistosos, soñadores... Para cumplir algunos de tus sueños, siempre y cuando seas capaz de luchar por ellos... Para dejar atrás algunas de tus pesadillas... y quizás, incluso crearte unas nuevas...


Aprovecha el tiempo, escribe si te apetece tu lista de buenas intenciones para el resto del año... y no la olvides en un bolsillo de la cartera... Lucha por ellas... y dentro de un año... veremos el resultado...

Cordiales maullidos desde Madrid...






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