jueves, 20 de enero de 2011

CUESTIÓN DE ACTITUD...

Hoy es uno de esos días, en los que el mundo parece un pelín desenfocado... Ya no es la familiar y entrañable garra de acero que te comprime el corazón y te priva de la fuerza... Y, de momento, tampoco se ha presentado la cariñosa jaqueca, que desde hace varias semanas se ha convertido en mi mejor y más fiel compañera... No, de momento, no hay más achaques de los propios de la edad...

Es la necesidad de escribir, de dar salida a alguna idea extraña que me ronda por la cabeza, de expresar incluso lo intangible, la que me lleva a sentarme delante del ordenador, y dejar que mis dedos se paseen por el teclado, casi sin mirar... Supongo que también se trata de una cuestión de actitud ante la vida... pues los últimos días no han sido demasiado fáciles para mí...

Quizás sea la famosa astenia primaveral... aunque me ataca en pleno invierno... o que el balance entre el realidad y ficción se ha vuelto deficitario... la falta de sueño tampoco ayuda... y algunas ideas se resisten a ser expresadas... Pero sigo escribiendo, buscando la verdad en los mundos de tinta... cuando tal vez debería localizarla en el mundo real...

No sé, estoy desanimado... No me cuesta nada elaborar la lista de las diez cosas buenas de mi vida... el problema es recordarla, aunque sea a vuelapluma... Trabajo, coche, casa, familia, amigos, blog, mujer, gato, libros, plantas... quizás no por ese mismo orden... lo más probable es que el gato tuviera que pasar al comienzo de todo... y el trabajo al final...

Es decir, que en muchos aspectos, debo considerarme afortunado... Con mi mala salud de hierro, y mi corazón a prueba de balas... Pero supongo que la felicidad nunca puede ser absoluta... es más, no recuerdo haberla conocido en toda mi vida... y la imagino bastante aburrida... Por eso, hoy me siento como una tortuga aprendiendo a utilizar un monopatín... con el mundo bajo mis pezuñas... y el hocico en el cielo...

Be water, my friend...

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