Me gustaría recuperar la ilusión de los primeros años, de la edad fronteriza entre la infancia y la adolescencia... Aquella etapa de los primeros besos... Los primeros cambios en tu cuerpo... La voz misteriosamente desafinada... Cuando empieza a salirte vello en partes extrañas... Y sin ser ya un niño, te sigue faltando muchísimo camino para convertirte en adolescente y mucho menos en hombre...
Es aquella etapa bisagra, llena de dudas, de sensaciones, pero también de ilusiones y esperanzas. Es posible que yo vea las cosas de otra manera, cuando estoy cerca de cumplir los cuarenta, sobre todo porque no recuerdo con especial cariño aquella etapa de mi vida... Lo que realmente añoro es la ilusión, esa capacidad de pensar que todo es posible, que el futuro lo puedes modelar a tu imagen y semejanza, que siempre te sentirás protegido por tus padres, que tendrás contigo a tus abuelos, que los Reyes Magos existen, y que Papá Noël es su ilustre ayudante...
Durante mi etapa de profesor de instituto, felizmente acabada, a veces me quedaba en silencio, mirando a los pequeñajos de primero de la Eso, con sus caritas y sus ceños enfurruñados, mientras intentaban terminar el examen de francés... Los veía tan pequeños, con tantas cosas por delante, tantas posibilidades en la vida, tantos descubrimientos... Y la forma en que levantaban la mano, educados, pues recién llegados al IES todavía no les había dado tiempo de aprender las malas costumbres... Me desplazo por el aula en silencio, respondiendo a las preguntas en voz baja, observando... Leo en sus ojos muchas cosas: tensión, ansiedad, miedo, ilusión, esperanza... Una mezcla, también, de aromas, y colores, y sonrisas, y sueños, que de alguna manera se condensan en el aula, a primera hora de la mañana...
Tal vez, no se trate tanto de la realidad, de lo que sucede en aquellos años, que de una vaporosa mezcla de recuerdos con añoranzas, desde la perspectiva de un adulto... Pues también es cierto que, al margen de cómo me pueda encontrar ahora, tampoco me gustaría nada volver a vivir aquellos años... Lo ideal sería poder volver atrás en el tiempo, como en "Regreso al Futuro", y advertirte de aquellos momentos en los que una simple decisión podría haber cambiado tu vida, por ejemplo escoger una carrera u otra, aprovechar mejor el tiempo, una oportunidad...
Pero, mientras eso no sea posible, solo nos quedarán dos cosas: la nostalgia hacia los buenos momentos del pasado (mitad ficciones, mitad recuerdos)... y la esperanza de no volver a cometer los mismo errores en el futuro...
YO,RECUERDO ESOS TIEMPOS CON NOSTALGIA,VOLVERIA A ELLOS,SI PUDIERA,HACER LAS COSAS DE OTRA MANERA,ES DECIR CON LO QUE SÉ HOY.LO QUE PASA ES QUE NO HAY VUELTA ATRAS
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