jueves, 3 de febrero de 2011

Y RESPIRO...

Silencio... agudo y punzante silencio, maleado solamente por el ruido del tráfico en la calle (sobre todo, los autobuses), y los fieros ronquidos de mi gato... A veces, tengo ganas de hablarle, aunque sea, a mi sombra, esperando que me responda "aquí estoy..." Es cierto, podría estirar el brazo, dar un mínimo toque a la radio, y la música, sin recuerdos, ni preocupaciones, invadiría de nuevo el despacho...

Pero permanezco en silencio, concentrándome en sentir los ritmos de mi cuerpo, los ríos de sangre... Los latidos de mi corazón suenan con más fuerza, el ritmo desacompasado y cansado, tras una larga jornada... Respiro... Mis dedos repican sobre el teclado, con la "A" parcialmente borrada, quizás por las innumerables veces que he escrito la palabra "AMOR"...

Respiro... Hoy me duele el alma, tal vez por los recuerdos de mil noches de sol y mil tardes de silencio... Mi corazón late... galopa... se para... pero son los nervios... o las ausencias... las que tanto me pesan... las soledades inconfesables, cuando todo el mundo piensa que todo va bien... y nada va bien...

Respiro, llenando los pulmones de fragancias imaginarias... Las palabras, queridas compañeras de tan largo viaje, se aturullan en los recovecos, se atropellan las unas a las otras, saltan en loca carrera desde la fábrica de las ideas hacia el teclado... Pero tienen tanta prisa por convertirse en texto, que ni siquiera respetan un orden más o menos lógico... y tengo que agarrar fieramente las riendas... para sembrar algo de coherencia en el campo de batalla, entre el corazón y la voluntad... entre lo que cuento, y lo que sueño...

Respiro.... profundamente... La fiera corrupia (el gato) se despierta, y me mira, fijamente, a los ojos...¿Alguna vez has jugado a "veamos quién está más tiempo sin parpadear" con un gato? No te lo recomiendo: lo hice un par de veces, colocándole sobre la mesa del despacho, y él se quedaba mirándome, fijamente... ¡Ni siquiera parpadeó para bostezar, cuando se aburrió del juego!

Amores, siempre amores, y recuerdos, de personas especiales... de lugares mágicos... de sentimientos difuntos... de imposibles... de presencias y de ausencias... sobre todo, de ausencias... Concentrado en la memoria de otros soles, me olvidé de respirar... La fiera protesta... pues le molesto en su sueño...

Y respiro otra vez... Y sonrío... con esa sonrisa triste, de quien ha amado... y ha perdido... de quien se ha enamorado una y mil veces... de una sonrisa, unos ojos, un gesto... incluso del aire del mar... o del recuerdo de un perfume...

Y respiro... Porque incluso el silencio de la casa desierta está colmado de mil amores... y mil presencias... y siempre será mejor haber amado, y haber perdido... que no haber vivido...

Y respiro...




3 comentarios:

  1. A veces es bueno hacer una pausa en el camino, repasar nuestros recuerdos y tirar p'alante con todos y cada uno de ellos, Porque al fin y al cabo son la esencia de lo que realmente somos.

    Un abrazo, y cuidado con el gato que cuando quiere... ¡araña!

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  2. no creas, Gloria... nuestra fiera... araña y muerde... bueno, conmigo lo hizo una vez... pero como mi sangre es venenosa... cordiales maullidos...

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  3. Jeje, es curioso lo del comentario sobre jugar a no parpadear, justo estaba jugando yo ahora con mi gata y me preguntaba cuánto tiempo puede aguantar asi xD

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