jueves, 21 de octubre de 2010

ENCRUCIJADAS TEMPORALES

A veces, el tiempo se te echa encima, y te derrota... Una mañana cualquiera, mientras estás buscando información para uno de los "posts" que te permiten llegar a los mundos de tinta, incluso una foto, recuerdas un viejo nombre, de aquellas personas que se te quedan grabadas desde la facultad de ciencias de la información... Y, curiosamente, lo encuentras...


Cuando miras su currículum... bueno, sientes una sana, pero tremenda envidia... al comprobar que él sí lo ha conseguido, ha sabido aprovechar las encrucijadas de la vida y, trabajando duro, como siempre desde que le conoces, se ha trazado un camino... Director de cine, colaborador en programas de radio, dos carreras, profesor universitario, colaborador en multitud de espacios... No ha cambiado un ápice en todos estos años, las mismas ojeras, la misma cara de sueño, incluso el mismo peinado/despeinado, tan característico...


Y, de repente, me siento cansado, muy cansado... y viejo... demasiado viejo para soñar... Por encima de todo, tengo la impresión de haber desperdiciado todos aquellos años, desde la última vez que nos vimos... Que mientras él ha sido capaz de luchar fuerte, por labrarse un destino que al menos está relacionado con lo que yo recuerdo como sus pasiones (la escritura, el cine...), yo no hago otra cosa que dar vueltas sin sentido...

Y me da por recordar antiguos caminos, viejas encrucijadas temporales, conjunciones de lugares, personas y hechos.. y oportunidades desperdiciadas... Lo sé, por supuesto, que los futuribles no sirven de nada, ni mucho menos el tratar de imaginar, desde el presente, cómo podrían haber sido todas las cosas... A toro pasado (pero se entiende que corriendo tranquilo por la dehesa, y no en los mataderos), es muy fácil darse cuenta de los errores cometidos... y seguir adelante, arrastrando tus historias, y tus pequeñas miserias cotidianas...

Para seguir adelante... y ponerle buena cara al mal tiempo... refugiándote en los mundos de tinta, que en muchos sentidos, te dan la vida... y en los pequeños momentos de la vida, que consiguen arrancarte una sonrisa... en las voces y presencias que te acompañan en el camino... Lo sé, es una historia triste la de hoy, que de todas formas no tiene demasiado sentido seguir contando... Porque mañana será otro día, o pasado mañana, y nacerá otro cuento, otra historia, otro poema, otro "monstruito" de mi alter ego...

Pero hoy, realmente, no puedo seguir escribiendo...


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