Erase una vez un blogger, que un buen día, dejó de escribir... Durante muchas de las búsquedas en la red, para encontrar ilustraciones, fotos o dibujos, ha visto los fatídicos carteles... "Lo dejo, porque nadie me lee..." "Abandono, porque no me quieren..." "Me he cansado de esperar un comentario, amable o àcido, sobre lo que escribo..." "Me he quedado sin palabras..." "La fuente de las ideas ha dejado de manar..." "No me queda nada más que decir..."
Y después de un último post, siempre aparecía el silencio... La pantalla se quedada en blanco, con una fecha, que bien podría ser la del final de una ilusión... Y no aparece nada de aquél blogger anónimo, cuyas creaciones ha seguido con cierto interés... Y solo queda la ausencia, la nada... Te preguntas cómo se ha sentido aquella persona, para empezar a escribir...y sobre todo, para dejar de hacerlo... En qué momento se ha dado cuenta de que estaba encallado en la ciénaga de las ideas... cuando las palabras han dejado de fluirle con naturalidad... y los personajes se agolpan en la penumbra...
He comprendido lo que se siente, cuando te atrapan las arenas movedizas, y las neuronas dejan de trabajar con fluidez... Durante estos quince días de vacaciones, he tenido tiempo de escribir, de leer, y descansar... He comenzado un par de proyectos... y he terminado el último ajuste de cuentas... Ahora, toca seguir descansando unos días más...
Cordiales maullidos de vuestro gato guardián... que necesita recuperar las fuerzas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario