Esta noche, en pocas horas, cuando los hados y la mala o buena suerte (¿gastroenteritis aguda con deshidratación es buena o mala suerte?) me permitan volver al Mediterráneo, una vez más, con la guardia pretoriana lista, comenzará el último descenso para el perfil del face... y una transformación para estos blogs... metamorfosis, evolución, yo lo llamo simplemente "recuperar las ganas de vivir, y dejar de quejarme de una puta vez"....
Quizás, para quienes me habéis leído desde hace algún tiempo, suene raro... pero es un final y un momento... de cambio... El periodo, quince días, el necesario para aclararme las ideas sobre lo que quiero hacer, lo que realmente puedo hacer, explorar algunas barreras personales de la imaginación, de la realidad... descansar, leer, y dormir... y escribir, claro está...
En la maleta llevo, entre otros, el libro "Rayuela", de Julio Cortázar, que siempre me ha atraído y repulsado a la vez, por la libertad de lectura que representa... y el trabajo, tremendo, del escritor... Bien, este tiempo, hasta el regreso a la vida "normal", será mi rayuela vital... pero eso es algo que solo comprobaréis con el tiempo.... siempre y cuando ambos extremos del monitor decidamos que vale la pena seguir leyendo a alguien que tal vez no conozcas casi de nada, a una persona que igual comparte tus miedos, o a un perfecto desconocido, sobre cuyos blogs (ahora seis en activo en distintos medios, y con temáticas muy diversas, pero hace un año, eran más bien diez), y acabo de liquidar tres en muy pocos días...
Escribo por dos cosas sobre todo: par sentirme más libre, dentro de los límites marcados de la realidad y la costumbre; y para compartir sentimientos.... Por supuesto, escribo porque me gusta expresarme, y porque creo tener algo que decir... pero eso son las dichosas "certezas que ya no tengo"...
Me arrepiento de pocas cosas en los mundos de tinta, pero como ya las he contado en otras entregas, solo las cito muy por encima: de haber pretendido obligar a amigos y conocidos a leerme si no les apetecía (lección asimilada, pero tarde) con el soborno trimestral; de haber escrito mala poesía (sobre todo la amatoria, por eso he liquidado cuatrocientas cuarenta entradas de un plumazo... y veintidosmil y pico visitas)... y de haberme considerado "necesario" o "imprescindible". Frente al deseo del escritor o del blogger de comunicarse, prima siempre la voluntad o el interés del lector....
En la vida real, como tú, y como yo, y como todos, tengo mis propios fantasmas y miedos... pero a veces los errores, la comprensión de los mismos, te hacen más fuerte... Y me siento más fuerte, al menos un poco más que ayer... Eso sí, ni los tatuajes se pueden borrar para siempre... ni el daño que inflijas en el corazón de una persona, en sus sentimientos, desaparecerá... Pero a veces, aprendes... aunque jamás recupere a aquellas tres personas, que saben muy bien quienes son... y yo sé muy bien que no me leerán...
Me arrepiento, por supuesto, de no haber tenido más confianza en mí mismo cuando la necesitaba, de no haber tenido más paciencia cuando alguien la precisaba de mí (desde un caracol hasta mi gato, pasando por un simple "humano"), y de mi fobia al teléfono (heredada de tres años como teleoperador en servicios de emergencia internacionales para empresas de seguros, turno de noche, claro)...
Pero quizás lo que más me duela en este momento, sea el corazón, las oportunidades desperdiciadas en el amor, los egoísmos que todos cometemos de vez en cuando... el dolor que generamos en los demás a veces... y cómo repercute en nosotros mismos... Uno del os mayores de estos dos años (el resto, no me importa) fue confundir musas de carne y sangre, con las de incienso y niebla... y esa ceguera autoinducida para no admitir los problemas que surgen ante tus ojos...
Y no me queda más que la despedida... He convertido fragmentos enteros de mi vida, pedacitos de la tuya, toneladas de sueños compartidos, terrores nocturnos o diurnos, en una "Rayuela" de centenares de textos, que con el paso del tiempo irán apareciendo en sus tomos correspondientes... Los trámites con las editoriales llevan su tiempo siempre, pero lo más difícil suele ser tener algo que presentar... Y yo tengo una novela de amor de ochocientas páginas hasta el momento, una de amor adolescente de doscientas cincuenta, dos colecciones de relatos cortos de humor muy negro de unas doscientas páginas en total, una novela de ciencia ficción en curso de seiscientas páginas... Y la necesidad de dormir pocas horas... y disfrutar con lo que hago... Menos política, sexo del duro y religiones modernas, hay de todo...
Es mi último juego... Si te apetece releer algo, en los blogs más comprimidos es más sencillo seguir la pista, por ejemplo el de cuentos, o el de terror (ese enemigo que vive en nuestro corazón..., y en el tuyo también)...
Quizás lo más importante es que he perdido el miedo a fracasar... y me encanta reírme contigo, y contarte chistes malos, y preparar monólogos del club de la comedia con mi gato (lástima que hable tan poco)....
El resto... es solo tiempo... y sentimientos....
Feliz viaje, si decides acompañarme en el juego... Y si decides dejar de leer... gracias por estos minutos... Nos vemos en quince días, con el primer avance de la novela terminada (unas setenta páginas ya listas para presentar)...
No quiero que lo tomes a mal pero tu escrito me ha traído mucha dicha, por ti,por tu nueva vida, por mí porque deseo verte bien, y sabes que creo que éste es el camino. El camino es la vida..., ni más ni menos.
ResponderEliminarTe Felicito!!!
creo que has cambiado en tu forma de escribir...mas madura ..más fuerte y más concisa...sigue esta linea ..felicidades!!! .
ResponderEliminaren septiembre, regresaré... con la novela y los cuentos casi terminados... pero también, con más sueños... es pronto... pero lleva casi dos meses larvándose el cambio...
ResponderEliminary gracias por estar siempre ahí, Sophie... viendo aquella película en La Vaguada hace tantos años... y tanta esperanza...
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