viernes, 12 de noviembre de 2010

EN TRÁNSITO

Dice una vieja leyenda que, en el cielo (pero no el de los cristianos, sino el otro, el de verdad...) existe un lugar en el que están esperando las almas de todas aquellas personas que murieron demasiado pronto, sin haber completado en la última vida su ciclo vital... y que por eso, tienen que volver a la Tierra, encarnarse de nuevo en un ser vivo y, con un poco de suerte, cumplir su función, y acceder al auténtico paraíso... y fundirse con aquella entidad de los mil nombres, a la que algunos llaman Dios... Se trata, de la teoría de la re-encarnación...

En principio, debería ser algo sencillo: naces, vives, mueres y, con algo de suerte, mueres, y desapareces... como las cucarachas, pero sin insecticida... y en plan "guay"... El objetivo no es volver a la Tierra, sino desaparecer... Pero las cosas, en el fondo, no son tampoco así de simples... puesto que el regreso puede ser con forma humana... o como cualquier ser vivo: perro, gato, león, ballena, mosquito... incluso ameba... Al llegar nuestro momento, y después del juicio de Thot, que decidirá sobre la bondad de nuestra alma y por lo tanto verificará si hemos terminado el ciclo o tenemos que bajar de nuevo a la Tierra, y en qué forma... Aquella entidad, aquél conjunto de almas fusionadas en "algo" que supera nuestra comprensión y, por supuesto, mis palabras, tiene piedad... y nos borra por completo la memoria, en el mismo instante de nuestro renacer...

Piensalo fríamente: igual en tus vidas anteriores has sido vaca lechera, tiburón, mosquito, mujer, chino, africano, elefante... y ahora, te has re-encarnado en humano... y por si fuera poco, me estás leyendo... ¿No has tenido la impresión, al entrar por primera vez en algún sitio, por ejemplo, en un bar, en un restaurante, de que ya habías estado allí antes?¿No has conocido a una persona, y de manera instantánea, experimentas una repulsión completa y absoluta?¿Y lo contrario, cuando te enamoras de alguien, con la primera mirada, y le entregas todo tu corazón, y toda tu alma?¿Nunca has sentido, de repente, una inmensa cantidad de tristeza desplomarse sobre ti, al pasar por un sitio concreto de tu ciudad, o de tu barrio?¿Has olido alguna vez un perfume de mujer, nuevo, exquisito, y sin embargo, te ha traído extraños recuerdos, o incluso una sensación de pérdida?

Es cierto, hay tantas teorías, como personas, como sentimientos... Algunos se remontarán a los "recuerdos atávicos, contenidos en las circunvoluciones del hipotálamo, procedente de nuestro cerebro de reptil", para explicar todas aquellas cosas, y muchas más, de las que te he hablado antes... Otros se referirán a la "necesidad de pertenencia y de referencia al grupo, que te lleva a imaginar sensaciones para encajar", y quizás tengan su parte de razón... Los más devotos del espiritualismo mencionarán "la transmigración de las almas, su persecución de la mitad perdida o alma gemela de vida en vida, hasta alcanzar la perfección"... Y también es posible que tú pienses que "todo esto que me estás contando es una chorrada..." Aunque también es posible que tengas tu propia teoría al respecto... y será perfectamente válida...

Por eso, terminaré de contarte la mía... Porque he viajado a lugares ignotos, sobre los que ni siquiera había escuchado hablar en toda mi vida... y los he reconocido... Porque he visto algunas personas que desde el primer momento me han inspirado repulsión... y descubierto lo que había en su interior... Porque he llorado amargamente al pasar por un sitio concreto, sintiendo oleadas de dolor... y luego he comprendido la causa al revisar un periódico en la Hemeroteca... Porque he olido un perfume... y recordado a una persona que no conocía... Porque he recorrido muchos caminos en busca del amor, de mi alma gemela... y al final, la he encontrado...

Porque hay demasiadas cosas en esta vida que no tienen explicación... demasiados sentimientos y emociones que no pueden entenderse... si no consideras, aunque sea, la remota posibilidad de que se haya producido un pequeño fallo en el procedimiento de borrado de tu memoria... que los informáticos del cielo hayan metido un poco la pata... y tu re-encarnación como ser humano conserve un pequeño retazo de tus otras vidas...

Tal vez, en algún lugar de aquel cielo en el que me gustaría poder creer, se encuentra un alma chiquitita, esperando, a volver sobre la Tierra... quizás, incluso le hayan asignado un cuerpecito, diminuto, poco más grande que la cabeza de un alfiler... y aquella pizquita esté esperando a que nosotros le llamemos, para convertirse en un bebé... nuestro bebé... Y cuando pienso en él, se me hace tan difícil explicarle que posiblemente jamás llegue a nacer de nosotros dos... porque quizás no estamos preparados para ser padres... Y solo espero que mi abuelo haya culminado el ciclo de la re-encarnación de las almas con su última muerte... y que no sea precisamente la suya la que está esperando, desde hace tanto tiempo, para volver a nuestro lado...
Aunque por supuesto, también es posible que esta no sea más que otra de mis historias, por cierto, la número 200 en este blog, querido lector constante... que llega a ti desde el otro lado de la pantalla... tal vez para hacerte pensar un poquito... o para entretenerte... o descansar...


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